Una muchacha de 23 abriles se encaminaba alrededor de el Hospital Vall d’Hebron para dar a luz y cuando llegó, tras unas pruebas, el centro la mando de revés a casa, argumentando que aún faltaban horas o días para el parto.
Este martes, rodeando de las 4:00 de la mañana, la muchacha acudió a urgencias del hospital con fuertes contracciones y dolor. La mamá de la muchacha expresó su preocupación, afirmando que su hija estaba muy mal.
Al ganar de revés a su edificio, la muchacha rompió aguas y no pudo entrar en casa. Su mamá, exauxiliar de botiquín en Colombia, tuvo que intervenir rápidamente al ver que la capital del bebé ya estaba asomando. Con ayuda de algunos vecinos, lograron asistir en el parto improvisado. Uno de los vecinos llamó a la ambulancia.
La muchacha denunciará al centro taza por negligencia y posible caso de racismo
La mamá de la muchacha relató que los sanitarios que llegaron no sabían cortar el cordón umbilical, por lo que ella misma tuvo que colocar unas pinzas. Finalmente, unos farmacéuticos cercanos cortaron el cordón. La mamá igualmente ayudó a su hija a extraer la placenta.
Tras el parto, tanto la mamá como la recién nacida, citación María Antonella, fueron trasladadas al hospital. La bebé está en buen estado y la mamá se encuentra estable, aunque aturdida por lo ocurrido. La muchacha ha denunciado los hechos como una trascendental negligencia y ha solicitado respuestas del hospital, sugiriendo adicionalmente que podría ser un caso de racismo.
El hospital sostiene que la mujer fue atendida conforme al protocolo habitual, midiendo la frecuencia de sus contracciones y la dilatación. Explican que, en estos casos, el protocolo recomienda que la mujer permanezca en casa durante las siguientes horas para su bienestar. Añaden que este fue un parto precipitado, poco que ocurre en uno de cada 1000 casos.
Lee igualmente