La ilusión de una pareja de jóvenes ingleses que querían irse a existir a Benahavís, en Marbella, se vio truncadacuando entraron en la vivienda una vez ya eran propietarios. Allí se encontraba la antigua pareja sentimental del que fue propietario, que exigía 250.000 euros para desatender la casa. Los nuevos dueños aseguran que ya habían trillado en varias ocasiones a la chica. Se había separado ajustado antaño de la compraventa, pero nunca había estado casada con el antiguo dueño.
Delante esta situación los nuevos propietarios han decidido no denunciar pero sí contratar a una empresa de desokupación para intermediar. Alberto Cuesta, jefe de la misma, ha explicado en Espejo Divulgado que la mujer pide esta cantidad de efectivo porque la vivienda estaba a nombre del señor y ella estaba “despechada” por la liquidación que ejecutó su expareja y por no favor “cogido un duro”.
Sin bloqueo, Alberto Cuesta asegura que tras realizar varias investigaciones descubrieron que la mujer tenía otra vivienda en locación. Es en este momento cuando inician a intermediar con ella. Al no favor denunciado, la empresa de Cuesta tomará actividad con el chancillería de municipal para memorizar si les dará la razón. Aún así, Alberto Cuesta aclara que paralelamente seguirán trabajando y están seguros “al 99.9%” de que recuperarán la vivienda “sin que el sentenciador haga nadie”.
“No podemos estar haciendo exhibición de que en este país no hay que ir a los tribunales y hay que ir a una empresa privada para conseguir el resultado que nos deben dar los tribunales”, declara Elisa Beni, colaboradora de Espejo Divulgado. Alberto Cuesta le contesta manifestando que desde el sección legal de la empresa van a solicitar medidas cautelares.
Elisa Beni: “No podemos estar haciendo exhibición de que en este país no hay que ir a los tribunales y hay que ir a una empresa privada para conseguir el resultado que nos deben dar los tribunales”
A pesar de ello, Beni insiste en que defiende el Estado de derecho. “Lo que pasa siempre cuando las cosas llegan a los tribunales es que hay una interpretación del que ha vendido y otra interpretación de la otra persona, y no siempre una de las versiones es la única”, sostiene la colaboradora.
El jefe de la empresa de desokupas no ha tardado en dar su interpretación: “Permítame que le diga que mi cliente está en todo su derecho de intermediar porque la intermediación en este país es reglamentario”. El presentador Miquel Valls pregunta por las técnicas de mediación que utilizará la empresa, a lo que Alberto Cuesta contesta que “la finalidad es dar una situación de oportunidad de una persona”. Además asegura que tiene un vídeo con la petición de la mujer en la que exige los 250.000 euros y que “serán los jueces los que tomen cartas en el asunto”.
Alberto Cuesta: “Permítame que le diga que mi cliente está en todo su derecho de intermediar porque la intermediación en este país es reglamentario
Por lo que respecta a la luz de la propiedad, Alberto Cuesta asegura que estaba conectada a la de la comunidad y que no hay titular del arreglo de electricidad porque al venderse la casa, esta quedó totalmente vacía y se dieron de pérdida todos los suministros. Encima, añade que la acusada entró en la vivienda y cambió la cerradura.
Montse Suárez, colaboradora del software, consulta al jefe de la empresa si cerca de la posibilidad de ofrecer efectivo para mediar. “Nosotros no hacemos acuerdos con efectivo”, garantiza Cuesta, y añade: “Todo el que me conoce sabe que precisamente mi empresa puede estar tranquila porque lo que hace es de forma reglamentario y si no es fructuosa la intermediación derivaremos al chancillería”
Alberto Cuesta: “Todo el que me conoce sabe que precisamente mi empresa puede estar tranquila porque lo que hace es de forma reglamentario y si no es fructuosa la intermediación derivaremos al chancillería”
