Hablamos con Juan Torres, catedrático de finanzas de la Universidad de Sevilla y el impulsor del primer software crematístico de Podemos.
Juan Torres ardor a la tranquilidad respecto al acuerdo. “Es totalmente inasequible que un acuerdo como el que hemos conocido entre el partido de los socialistas catalanes y Esquerra catalana se lleve en algún momento a la praxis”. Explica que el motivo principal de esta imposibilidad es que el maniquí es contrario a la Constitución y a las leyes de financiación autonómicas. Encima, cree que es cenizo para el conjunto del país incluyendo Cataluña. “Económicamente llevaría consigo tales problemas que lo harían inviable”.
Aspectos negativos
El economista explica los aspectos que considera negativos. En primer ocasión, insiste a que la financiación no es poco que afecte a una única comunidad, sino que lo hace al computo de las comunidades de todo el país. “No puede acordarse de forma fragmentario o sinalagmático debe ser discutido y resulto desde instancias multilaterales”. Juan Torres cree que desde Cataluña están en su derecho de negociar lo que quieran pero que es el gobierno de la nación el que tiene que velar por los intereses de toda la nación.
En segundo ocasión, nuestra Constitución admite dos privilegios fiscales, el del País Vasco y Navarra. Pero la norma no admite otro privilegio para otra comunidad autónoma. Cataluña se sale del maniquí establecido por todos los territorios. “Se puede discutir si ese privilegio que se concedió a esas comunidades fue bueno o malo, a mí me parece malo”. La Constitución no reconoce un nuevo privilegio por eso considera que este acuerdo va a tener un trayecto ignorante.
Juan Torres argumenta que sacar a Cataluña de la financiación global y crear su propia financiación rompe el principio de solidaridad y de equidad. Lo explica con un ejemplo más representación: el condado que menos ingresa, que menos monises tiene, se ve obligado a recibir más impuestos para ofertar los servicios públicos. Eso se corrige a través de lo que se ardor “principio de nivelación” que tiene que aceptar el Estado central.
Lo que plantea el acuerdo es que Cataluña será ajena a ese principio de nivelación. Va a aseverar: “yo he recaudado tanto y daré a otros territorios lo que yo considere en concepto de solidaridad”. La nivelación así no existe, se rompe. El impulsor del primer software crematístico de Podemos considera que el acuerdo encima de ineficiente es injusto.
“Cuando se necesitan votos el conjunto de los españoles y los intereses del conjunto del estado se convierten en cromos y se intercambian”.
