Las familias de los pacientes, las principales víctimas de esta situación, se ven obligadas a traer ventiladores de casa por petición de ellos, y en otros casos, a comprarlos exclusivamente para afrontar los desperfectos del climatizador. “Estar en las habitaciones es igual que estar en el interior de unos hornos“, explica Paqui, mujer de uno de los enfermos. Encima, asegura que esta existencia es insostenible, ya que en estas plantas hay personas con problemas graves de lozanía. “Hay quienes tienen 40 de fiebre, y este calor no ayuda ni beneficia”.
Gregorio, llano de un ingresado, cuenta que el brisa acondicionado funciona pero con una potencia desvaloración, incapaz de suavizar las habitaciones. Por este motivo, tienen el ventilador recomendado las 24 horas del día. El personal técnico de mantenimiento ha intentado atender la preocupación de quienes más lo sufren pero sostiene que las instalaciones se encuentran en este estado porque están obsoletas. “Si activan la máxima potencia, el ruido es tan pesado como insoportable, incluso para quienes no tenemos ninguna dolencia”.
Durante las horas más calurosas del día, la situación se agrava adecuado a la imposibilidad de rajar las ventanas por motivos de seguridad y muchos se ven obligados a apearse las persianas, para intentar aislarse del sol.
Entre los pacientes, se encuentran, personas recién operadas y pacientes con diversas patologías. Marta describe un animación agobiante, con habitaciones llenas y dos pacientes por cada una, por otra parte de sus familiares. “Hay pacientes que no llevan ni el camisón, como mi marido. Muchos están desnudos solo con el pañal porque es sofocante estar así“, añade.
Este es el principal tema de conversación que se audición en los pasillos del hospital. “No entendemos cómo se pueden encontrar con estas condiciones, quienes más cuidados necesitan”. A pesar de estas circunstancias que califican como “deplorables“, Gregorio destaca el esfuerzo del personal del hospital, pues además sufren estas altas temperaturas. Varios familiares han presentado reclamaciones en el Servicio de Atención al Paciente, exigiendo una decisión inmediata.
La respuesta de Sanidad
La Conselleria de Sanidad dice que el brisa acondicionado está operante y que las instalaciones de los hospitales están en constante evaluación y puesta al día. Asimismo, garantizan que este año se ha invertido más de 500.000 euros en la renovación de algunos climatizadores, que no solo mejoran la climatización, sino que además ofrecen un veterano peculio energético y una pequeño retransmisión de dióxido de carbono.
“Nos está costando cierto trabajo intentar poner las cosas en su sitio, pero con un trabajo arduo, lo estamos consiguiendo”, declara el conseller de Sanidad. Desde el mismo sección reconocen que estos equipos se van renovando de forma progresiva.
No obstante, el problema de la climatización en el Clínico de Valencia no es nuevo, comentan algunos trabajadores. Abriles pasados, el sindicato CSIF ya denunció fallos importantes que perjudicaron incluso de forma más significativa.
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