Venezuela celebra en Ourense a su patrona



De las comunidades asentadas en la provincia, la venezolana es la más importante en número porque no ha dejado de aumentar en los últimos años. Es por eso que cada vez llegan más costumbres del país vinotinto y la misa de ayer en la Catedral, en honor a la Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, Es un ejemplo más de una integración entre dos culturas eternamente unidas para viajes migratorios. Primero, miles de orenses abandonaron su hogar para viajar a América y, ahora, ante la convulsa situación de algunos países latinoamericanos -especialmente en Venezuela-, son los orenses los que buscan un lugar donde hacer una viviendo en la provincia. .

Aura llegó a la provincia hace seis años y, para ella, celebrar un ritual como este, tan importante en su comunidad, es “muy especial. Es traer un poco más de Venezuela a Ourense”. Además, guarda muy buenos recuerdos de esta Eucaristía tan especial en su país: “Es una celebración muy alegre. Hay muchos cantos y la palabra del sacerdote siempre llega muy dentro”. Respecto a la situación de su comunidad, asegura que “es casi como estar en casa. Aquí se ve mucha gente que ha llegado de Venezuela. “Llegué hace seis años y la acogida fue muy buena”. “Estoy en los grupos de Facebook y WhatsApp de la comunidad y son muy activos, siempre estamos preparando cosas y ayudando y animando a nuestros compatriotas a venir aquí”.

Patricia también aprovechó ayer para asistir a la misa de la Virgen de Coromoto. “Es una manera de mantener una conexión con nuestras raíces”, dice. Llegó en 2021 y sólo tiene palabras de agradecimiento para quienes la han acogido. Explica que “he recibido mucha ayuda para mantener a mi hijo, que tiene una discapacidad; y tanto el pueblo de Venezuela como el de los gallegos me recibieron con los brazos abiertos”.

Rubén llegó a Ourense hace apenas dos meses, aunque no desde Latinoamérica, sino desde Madrid. Para él esta misa es “doblemente importante”, ya que es originario del estado Portuguesa. Decidió poner fin a su aventura en Madrid para acercarse a su familia, que ya vivía en Ourense y su acogida también ha sido “excelente”. “No he sentido absolutamente ninguna discriminación ni nada por el estilo”, afirma. Aunque anima a los venezolanos a venir, se muestra cauteloso, ya que “no es fácil salir adelante si no tienes a nadie que te reciba del otro lado”.

Respecto a los problemas más comunes que tienen los vinotinto en la provincia, los tres coinciden en que la homologación de títulos y la obtención de papeles son los trámites más engorrosos. Pero ese es sólo el primer paso, ya que después hay decenas de problemas para acceder al mercado laboral o cumplir las condiciones para alquilar una vivienda.

El obispo de Ourense, Leonardo Lemos, acompañado de algunos sacerdotes llegados de Venezuela y que trabajan en distintos cabildos de la provincia, fue el encargado de oficiar una misa en la que la música estuvo muy presente. Algunos se emocionaron al cantar el himno de la Virgen de Coromoto y no pudieron contener las lágrimas al alabar a la patrona de su país.

La población vinotinto no deja de crecer: ya son más de 7.500 en la provincia

Si la provincia está consiguiendo últimamente frenar el invierno demográfico donde está desde hace décadas se debe a la llegada masiva, entre otros, de venezolanos en los últimos años. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2002 eran 2.965 las personas nacidas en Venezuela que residían en Ourense. En 2017 eran poco más de 4.500 y ahora en 2022 la cifra ya supera los 7.500, con un crecimiento imparable que vuelve a batir otro récord. Esta cifra incluye a las personas nacidas en el país vinotinto que tienen la nacionalidad española al ser descendientes de emigrantes, pero no a los emigrantes retornados (los que alguna vez fueron a trabajar a Venezuela en el siglo XX y terminaron regresando), por lo que el número de personas Se estima que los vinculados a ese país superan los 10.000.

Y los españoles residentes allí han experimentado el movimiento contrario, aunque no de forma tan pronunciada. En 2017, eran casi 12.500 los orenses que permanecían emigrados en el país latino, una población que ha disminuido más de un 20% hasta 2022, quedándose ahora en 9.761.

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