La ‘Taylor Swift tax’ o cómo revivir las salas de conciertos


Las salas de conciertos agonizan en Reino Unido. En 2023, fueron 125 las que tuvieron que echar el clausura. Espacios históricos que han descubierto a icónicas estrellas de la música como ‘The Cure’, ‘Oasis’, o ‘Eurythmics’ no han podido sobrevivir. El Brexit o la pandemia del coronavirus serían algunos de los motivos que han desencadenado en este fatídico panorama para los pequeños espacios dedicados a la música en directo. Ahora adecuadamente, ¿existen soluciones para tratar de revertir la situación? A continuación, analizamos lo que ocurre en Reino Unido y abordamos la posibilidad de que llegue a suceder en España.

“Fracaso catastrófico en el crecimiento de los artistas”

Music Venues Trust‘ (MVT) es una estructura benéfica de Reino Unido que actúa para proteger los locales de música. En las últimas semanas, ha presentado una propuesta con el fin de revertir el mengua de estos establecimientos. Se tráfico de un impuesto de 1 libra a las entradas vendidas para eventos de música en directo con capacidad para más de 5.000 personas. Es lo que se ha calificado como la ‘Taylor Swift tax‘, conveniente al ‘prosperidad’ que la actor ha experimentado este posterior año con su excursión ‘The Eras Tour’. El director ejecutante de MVT, Mark Davyd, ha precisado para ‘Northeastern Entero News’ que supone un apoyo financiero fundamental para la industria musical, puesto que esta se enfrenta a un “fracaso catastrófico en el crecimiento de los artistas“.

Taylor Swift actúa en verano en Reino Unido en presencia de 1,1 millones de personas. Si se cumple esa nueva ‘tasa’ que sugiere MVT por cada entrada vendida, se conseguirían casi 1,4 millones de dólares para apoyar a los recintos británicos más pequeños. El hecho de que las salas de conciertos cierren sus puertas todavía pone en peligro el futuro de la música. ¿Quién se subirá a los grandes escenarios en unos abriles, si no hay nadie en los pequeños actualmente?

Tal y como precisa Jay Taylor, de la estructura benéfica, según la BBC, su propuesta de impuesto de una libra ayudaría a lugares de saco como ‘Matt y Phred’s’, que estaban encontrando y “creando esos artistas del mañana”. “Si quieren que esos estadios tengan poco en el círculo menos de hologramas, necesitan reinvertir en el sector de saco”, dijo.

Consistiría en un impuesto voluntario, aunque Davyd insiste en la indigencia de adoptar medidas. “Ya es suficiente, tenemos dos locales que cierran por semana“, precisaba a ‘inews’. “O adecuadamente la industria introduce un impuesto voluntario sobre cada entrada para cobrar el parné suficiente para evitar que estos locales cierren, o adecuadamente optamos por la vía obligatoria con una carta”.

Las redes sociales y la pandemia

A pesar de que parece una medida que convence a muchos, hay quien no se muestra del todo de acuerdo. Es el caso de David Herlihy, abogado de derechos de autor y profesor de la industria musical en la Universidad Northeastern. Herlihy explica para ‘Northeastern Entero News’ que la propuesta recordaría a un “ecosistema pasado de moda” de conciertos de música en vivo que se se tambaleó a consecuencia de las redes sociales y por la pandemia del coronavirus. “Antiguamente de las redes sociales, la música era un imán para congregarse. Todo estaba conexo a un espacio físico”, explica Herlihy, que en los abriles 80 fue líder de la costado de rock independiente ‘O Positive’, con sede en Boston.

Herlihy explica que le “encanta esta idea de defender los locales” que propone MTV, aunque “parece que están luchando contra molinos de rumbo“, con aspectos más relevantes en selección, entre los que se encuentran si la muchedumbre todavía se siente atraída por la idea de los espectáculos en clubes en un mundo post-COVID. Se pregunta si “¿la muchedumbre va a ir a los clubes cuando hay tantas otras cosas que hacer?“. “Y si a eso le sumamos el costo de los riqueza raíces, creo que el COVID asestó un duro impacto a lugares que ya estaban en dificultades en la era de las redes sociales”.

¿Atrae más un concierto masivo?

Por su parte, Marianna Koli, directora de ciencias sociales en Northeastern en Londres, considera que hay teorías económicas que respaldan el motivo por el que los amantes de la música se sienten atraídos por espectáculos más grandes, poco que lleva a que las giras a gran escalera se hagan con el mercado.

“Los consumidores tienden a estar más dispuestos a utilizarse parné en disfrutar del trabajo de artistas ‘conocidos’ porque implica menos riesgos que apoyar a los más nuevos“, explica el profesor asociado de bienes. Encima, “existe el placer de ser parte de un colectivo más excelso. Por eso, cuando las personas toman decisiones de pago, existe una tendencia a defender a los artistas que otros conocen y aprecian, y así se produce un impacto dominó con destino a un número último de artistas”. Esto posterior es lo que explicaría, considera, el aberración del ‘Eras Tour’ de Taylor Swift.

En nuestro país, la industria musical batió récords el año pasado facturando cerca de 579 millones de euros mediante la cesión de entradas. Sin secuestro, no todos los artistas se encuentran en este saco, puesto que los más emergentes ven cada vez más reducidas sus oportunidades, así como las ventas de tickets. Mientras que hay artistas que ponen a la cesión las entradas para sus giras con hasta abriles de anticipación, hay quienes tienen que ofrecer conciertos para un formato estrecho.

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La Musicleta de Canarias

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