Comprar una casa en España se está tornando cada vez una correr más complicada para muchos ciudadanos. A los altísimos precios que se encuentran el mercado de nuestro país se suma igualmente la defecto de los okupas, una pesadilla para los propietarios de inmuebles que no ha ayudado en incondicional a disimular esta situación.
Todavía hay jóvenes que se animan a sospechar por una inversión inmobiliaria a pesar de la terrible existencia que se vive. Sin secuestro, sus intenciones se pueden ver truncadas por la okupación, un delito que en nuestro país aún no tiene una respuesta rápida para evitar que suceda y que puede suponer un serio problema para los que todavía tienen en su poder una residencia.
La expareja del antiguo propietario ha okupado la casa y les pide 250.000 euros
Eso es lo que le ha sucedido ahora a una pareja de británicos que adquirió una vivienda en el municipio malagueño de Benahavís para emplearla como residencia de verano y que, tras aterrizar en España, se ha incompatible en su hogar a una mujer que se niega a confiarse la casa.
Los nuevos propietarios de la casa adquirieron el inmueble por 640.000 euros, pero, al venir allí, descubrieron que la expareja sentimental del susodicho dueño se había instalado ilegalmente en la vivienda sin su consentimiento, había cambiado la cerradura y no les dejaba alcanzar a la misma.
La mujer y el expropietario se acababan de separar poco antiguamente de que se realizar la compraventa, pero ella no tenía ningún derecho sobre la vivienda que ahora okupa. Enfadada por esta valor, ahora pide a la pareja inglesa una compensación económica de 250.000 euros para dejar la residencia, la cual ha vandalizado para poder sobrevivir.
Para arruinar con este injuria sin la requisito de poner una denuncia, el antiguo propietario ha contratado a la empresa de desokupación Servi Okupas para que se encargue de intermediar con su expareja. Su administrador, Alberto Cuesta, hablaba hace unos días en ‘Espejo Manifiesto’, explicando que la okupa pide esta cantidad por «despecho» tras la cesión que ejecutó su expareja por la que no pudo ponerse ningún tipo de remuneración económica.
Ha vandalizado la vivienda para alcanzar y tener electricidad
Durante la investigación realizada por la compañía de desokupación, se descubrió que la mujer que reside ilegalmente en la casa tenía otra vivienda en arrendamiento, complicando la motivo de su permanencia en la propiedad.
Por otra parte, se ha transmitido a conocer igualmente que la mujer ha tenido que vandalizar la vivienda para poder alcanzar a la vivienda ─cambió la cerradura tras entrar irregularmente─ y contar con los suministros necesarios. Cuesta ha contado que la mujer ha tenido que conectarse a la luz de la comunidad para tener electricidad, pues el susodicho titular dio de descenso los anteriores contratos cuando esta quedó vacía.