La historia de la arquitectura moderna de Córdoba pasa a ser de consulta pública


El Fondo Documental De La Hoz-Chastang-Olivares de la Diputación de Córdoba custodia un total de 3.302 expedientes que contienen anteproyectos, planos de obras de edificios, apuntes, fotografías, dibujos hechos a mano por el arquitecto Rafael de la Hoz o incluso diseños previos de su padre, De la Hoz Saldaña.

Rafael de la Hoz Arderius, José Chastang Barroso y Gerardo Olivares James fueron tres arquitectos precursores de la modernización arquitectónica gachupina y, especialmente, en la provincia de Córdoba.

La institución provincial ha estado trabajando en la catalogación de todos esos documentos desde hace tiempo, pero efectivamente es desde el pasado 16 de julio cuando la institución cordobesa custodia formalmente este ingente número de expedientes, pasando a formar parte del patrimonio documental de la provincia, y cuya consulta ya es pública gracias a la donación de Gerardo Olivares James.

Para el presidente de la institución provincial, Salvador Fuentes, este fondo tiene un valencia «incalculable», porque «ese embajador se pone a disposición de todas las personas que quieran conocer e investigar la importancia que tuvo para el pasado, presente y futuro de la inmueble las figuras de Rafael de la Hoz, José Chastang y Gerardo Olivares».

Asimismo, Fuentes reconoce a Olivares, pues la donación «viene a demostrar una altruismo impagable. Todos esos documentos van a estar en el mejor sitio posible, el archivo de la Diputación».


Imagen del acto de la firma de la donación


abc

El propio Gerardo Olivares justifica la donación por la vinculación de todos ellos, de un modo u otro, a la institución provincial. «El padre de Rafael de la Hoz había sido arquitecto de la Diputación, el propio Rafael asimismo lo era. Yo no lo era, aunque tenía mucha vinculación. Y el tercero que entra en el estudio, Pepe Chastang, asimismo era arquitecto de esta institución. Entonces, yayo, padre, adjunto -que soy yo- y otro más pipiolo conectados con la Diputación», indica el arquitecto de 94 abriles, quien especifica que «muchas de las obras eran de la Diputación, sobre todo las importantes como el Hospital Provincial, las casas para funcionarios, la reforma de este Palacio de la Merced o las microescuelas».

El dirigente de Sección del Archivo Provincial, Pepe Roldán, explica que desde 2013 vienen trabajando en el fondo. «Ahora se ofrece el llegada, la aval en la custodia y el tratamiento técnico para hacer posible la búsqueda de los más de 3.300 expedientes para que se sepa qué es lo que hay en cada uno de ellos. Hay documentos curiosísimos como diseños de lámparas o barandillas dibujadas a mano por el propio De la Hoz», matiza.

Por su parte, José Luis Caballano, el dirigente del Sección del Sistema de Información Geográfica, Estadística, Patrimonio e Inventario de la Diputación, involucrado en la tramitación de la donación, resalta el trabajo de los tres arquitectos. «Tenemos obras de este equipo de trabajo distribuidas a lo derrochador y orgulloso de toda la provincia y en distinta escalera. Desde la casas ultrabaratas que se encuentran situadas a los pies de la presa de Puente Nuevo al hospital provincial pasando por escuelas, colegios, casas consistoriales y mercados», destaca Caballano.

A la colección de documentos encargados por instituciones privadas y públicas así como los proyectos solicitados por la Diputación de Córdoba se puede lograr desde este enlace. No se ofrecen datos en esta colección de proyectos de particulares, que están disponibles en el Archivo de la Diputación, sito en el Palacio de la Merced.

Construcción del Hospital Provincial

El arquitecto Gerardo Olivares remarca el hito de la construcción del Hospital Provincial cuyas fotos, planos o dibujos se incluyen en el fondo documental De La Hoz-Chastang-Olivares, documentos que forman parte de la historia de Córdoba.

«Fue un hospital de 500 camas, el mejor de entonces en España, que marcó un antiguamente y un posteriormente. Nos asesoró el director del hospital de Asturias, Carlos Soler, que estuvo todo un verano con nosotros y nos remarcó que tenía que ser un edificio muy flexible», relata Olivares quien añade que por eso optaron por hacer módulos a fin de adaptarse a las técnicas cambiantes de la medicina.

Adjunto a esos documentos, se incluyen otros como planos de viviendas, la reforma del Palacio de la Merced, el Parque Figueroa o de las microescuelas (unidades ideadas por Rafael de la Hoz, compuestas por zona para alumnas, por un flanco, y alumnos, por otro, con sus respectivos aseos y con unas determinadas condiciones de luz, aislamiento térmico y de seguridad -explica el arquitecto-), impulsadas en aquella época para velar el débito de aulas escolares.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *