“Sumar tiene más futuro que nunca”, responde la vicepresidenta segunda a las críticas de Podemos e IU
Yolanda Díaz retoma la construcción de su “proyecto de país” a través de Sumar pese a injerencias y críticas de diversos partidos del espacio. El segundo vicepresidente de Gobierno En su cargo este sábado reclamó “serenidad” a su pueblo con el objetivo de, una vez pasada la fallida investidura de Alberto Núñez Feijó, trabajar en la formación de un nuevo Ejecutivo de izquierda.
La reivindicación de Díaz no es casual, ya que en los últimos días ha aumentado la presión de Podemos e Izquierda Unida, que reclaman un mayor peso en la toma de decisiones orgánicas. Temprano este sábado, Pablo Iglesias Acusó al vicepresidente segundo de “destruir Unidas Podemos” y arrinconar a los partidos que la integran.
“Ha ignorado las primarias y los mecanismos de democracia interna, ha despreciado a los partidos para formar finalmente un partido y ha obtenido un resultado electoral mediocre”, acusó el exlíder de Podemos a Díaz.
Unas palabras que Díaz ignora y, de forma velada, desacredita al alardear de que gracias a los resultados obtenidos la 23-J La izquierda puede volver a articular un nuevo mandato en La Moncloa. “Sumar tiene más futuro que nunca”, subrayó la líder del espacio para arengar a su pueblo y dejar de lado las acusaciones provenientes de los dos principales partidos que conforman el conglomerado.
La tensión interna alcanzó un nuevo máximo este viernes, cuando IU, que hasta el momento había mantenido un perfil bajo en sus peticiones a Díaz, reclamó “democratizar” la toma de decisiones en Sumar. En ese sentido, el propio Alberto Garzón, coordinador federal de IU, admitió que los voceros de campaña “fueron designados sin diálogo” y que los del Congreso fueron distribuidos “unilateralmente”, sin tomar en cuenta todas las voces en el espacio.
Sin embargo, parece que Díaz no entra en esta batalla. En un acto celebrado este sábado en Madrid con el fin de retomar los trabajos internos en Sumar tras el parón electoral y estival, la vicepresidenta segunda pidió a su gente “propuestas, serenidad y sentido común” para afrontar las próximas semanas, claves para la formación de un nuevo gobierno de izquierda.
Asimismo, llamó a bajar los decibelios y, sin citar a ningún político o partido en concreto, llamó a centrar los esfuerzos en mejorar la vida de las personas: “La política no puede ser un problema”, consideró.