Elena Garmendia está al frente de este coqueto y acertadamente atendido restaurante en el corazón del casco antiguo de Bouzas. Reutilizó el espacio de una antigua carpintería. Parte de sus herramientas forman parte del compostura y del equipaje de un circunscrito, como la vieja sierra de cinta o el lado de trabajo, que vemos en la fotografía, reconvertido en mesa. Todo hecho con mucho gozo.
Un buen punto de partida para una mejor experiencia gastronómica. La tapujo del día, cuando fui era de atún del meta fresco, es deliciosa, sea cual sea su relleno gracias a un trabajo casi virtuoso de la masa. La carta es amplia y cuenta con platos para yantar, como por ejemplo una buena ensalada de atún fresco ahora que estamos en plena costera, o unas fabas verdinas con cigalas, suaves y sabrosas. Hay pescados del día, carne… y todavía ofrece la posibilidad de tapear. A quien no lo conozca, le recomiendo que pruebe el pincho de cocido gallego, que vemos en la fotografía inferior: suave, veloz, pero con todo el sabor de un buen cocido en un solo tarascada.
Se nota que Elena es, en presencia de todo repostera, cuando llega la hora de la sobremesa. Adicionalmente de La Reinona, con la que ganó el premio a la mejor tarta de manzana de España en 2022 cuenta con, al menos una docena más de dulces, cada cual más tentador. En extracto, un motivo para yantar y salir oportuno.