Ocupa el edificio totalmente rehabilitado de la mítica cafetería ‘Triplex’, junto a la antigua Virgen de la Salud.
Los empresarios suelen ir un paso por delante que los políticos. Y mientras continúan las discusiones sobre los planes para revitalizar el barrio de Palomarejos -gravemente herido desde que hace dos años se trasladó el hospital al Polígono- se empiezan a ver brotes verdes gracias a la iniciativa privada. La cafetería Triplex, que ha sido testigo durante décadas del futuro de pacientes, familiares y trabajadores de la Virgen de la Salud, se ha convertido en ‘Pequeño caballo’, una cervecería moderna, con restaurante, para cubrir un hueco en la oferta de ocio gastronómico de Toledo, y que abrió sus puertas este sábado. Han sido meses de trabajo para rehabilitar un edificio que ya en 1992, cuando se construyó, supuso una auténtica revolución en la ciudad, con tres plantas de cristal.
un detalle del interior, la escalera y el edificio
El local ha sido modernizado gracias al trabajo y atrevimiento del propietario. Céline de la Rosaque incluía al decorador toledano Araceli Torán, que ha mantenido la estructura original del edificio, pero con el interior totalmente reformado. Ofrece cerveza Mahou, que suele ser garantía de éxito, y gastronomía local, como las tradicionales carcamusas, en honor a su nombre toledano: “Pequeño caballo.” Y su propietario desciende de una conocida familia de empresarios de hostelería toledanos, a la que muchos nostálgicos aún recuerdan por el bar “Zorba” de la calle Ancha, con sus inolvidables perritos calientes, los primeros que comenzaron a servirse en la ciudad en el Años 70. Ahora, La cervecería ‘Cabalito’ está llamada a convertirse también en un punto de encuentro en Toledo.
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