De Madrid al pueblo


El parada coste de vida, las prisas, el tráfico, la contaminación o las distancias eran, hasta hace muy poco, el día a día de José Luis de Pedro. Trabajaba como vigilante de seguridad en los grandes almacenes de una multinacional. Natural de Torrejón de Ardoz, siempre había vivido en la gran hacienda madrileña, pero decidió dar un viraje radical a su vida y abrazar el campo, dejando antes el bullicio de Madrid. «Fue difícil dejar antes todo lo conocido, pero necesitábamos un cambio», confesó José Luis.

Reconoce a la Agencia Ical que tomar la osadía de mudarse no fue claro, pero fue impulsada por el deseo de encontrar una vida más tranquila y corriente. «El estrés del día a día en Madrid estaba afectando nuestra calidad de vida», explica. La pandemia jugó un papel crucial, al permitirles considerar nuevas posibilidades fuera de la ciudad. «El COVID-19 facilitó un poco esto», añadió este vigilante de seguridad reconvertido.

Su grupo encontró un camino en torno a Palencia a través del Esquema Raigambre, la iniciativa diseñada para repoblar el medio rural con nuevas familias. Antonio García, director del esquema en Castilla y Valeroso, fue una dormitorio esencia en este proceso. «Nos enamoramos de la provincia desde el primer momento», recuerda José Luis. «Nos habló de la provincia con tanto entusiasmo que decidimos explorarla». Así, visitaron varios pueblos, incluyendo Cervera de Pisuerga y Saldaña, donde descubrieron un costado de España que nunca habían imaginado. «Vimos un potencial enorme para nuestra grupo, parajes donde apreciamos la tranquilidad y la belleza natural».

Antonio subraya la importancia del Esquema Raigambre en la lucha contra la despoblación rural. «Más de 300 personas han llegado a la provincia gracias al esquema, revitalizando nuestros pueblos con nuevas familias y energía», comenta con orgullo. Para él, ver cómo familias como la de José Luis se integran y prosperan en la Comunidad es una señal esperanzadora para el futuro de la región.

DE VIGILANTE DE SEGURIDAD A PASTOR

En este sentido, con la mudanza a Palencia vinieron otros cambios. José Luis, que antaño trabajaba como vigilante de seguridad en Madrid, decidió emprender una nueva carrera en el mundo rural. Comenzó trabajando como camarero en un restaurante en Carrión de los Condes, pero pronto una amiga le ofreció una oportunidad inesperada. Conoció a José Antonio Tejedor, Toño, su presente patrón y mentor en la ganado.


El pastor de Villamorco (Palencia), José de Mingo ordeñando a las ovejas


Brágimo / ICAL

«Llevaba sin ver una oveja desde que tenía cinco primaveras», bromeó. «Toño ha tenido mucha paciencia conmigo, me ha enseñado muy perfectamente el oficio y me encanta», confiesa. Un pastor que valora la dedicación y el entusiasmo de José Luis. «Pone mucho empeño, mucha intención. Es una persona muy agradable, con paciencia. Al final el trabajo de pastor es vocacional y él lo vive«, afirma Toño.

La amoldamiento de la grupo ha sido ejemplar, tanto a nivel personal como comunitario. «Al princirupio fue complicado, pero luego ya vimos que aquí la concurrencia es muy abierta, todo el mundo nos recibió espléndido», dice José Luis. La integración en la comunidad fue rápida, gracias, en parte, a la hospitalidad de los vecinos y al apoyo constante del Esquema Raigambre.

Antonio destaca la importancia de iniciativas como esta para combatir la despoblación rural: «Desde el año 2021, más de 300 personas han venido a la provincia de Palencia gracias al Esquema Raigambre. Cada uno tiene su historia, pero en su mayoría, se han adaptado y han revitalizado nuestros pueblos con sus talentos, capacidades e iniciativas«, señaló.

Para José Luis y su grupo, la mudanza ha sido un éxito terminante. «Soy muy adecuado. Al año de estar aquí ya teníamos claro que nos íbamos a permanecer. Nos hemos comprado una casa y todo, así que aquí nos quedamos«, declara convencido. La historia de José Luis es un testificación de cómo la vida en el campo, allá de ser un paso antes, puede ser una oportunidad para construir un futuro más pleno y satisfactorio mientras se lucha contra el problema positivo de la despoblación.

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