de ser un tablao precario de las hermanas de Esperanza Aguirre a elevar al cielo a Vetusta Morla


En pleno corazón de Madrid, junto a Lavapiés, tierra de gentrificación y multiculturalidad, se inauguró hace casi treinta años una sala de conciertos, el caracolel pináculo del eclecticismo de la capital en su programación, Papá cucaracha a Navaja Plateá, en una carrera ralentizada, que hace honor a su nombre, debido a los numerosos incidentes burocráticos dignos de un desgarrador ‘thriller’ escrito por Kafka. Todo esto lo cuenta en ‘Caracol: la verdadera historia nunca escrita’ (a la venta en Amazon), por Nacho SerranoPeriodista de torrevieja news today y coautor con José Manuel Alonsoel dueño de la marca, ahora con un final incierto, ¿a dónde irá?

«Ese thriller burocrático me parece súper acertado. La situación actual es que el dueño del barco ha desalojado a José. El plan del libro era presentarlo allí… El otro día José me preguntaba si conocía algún lugar interesante para probar un nuevo Caracol. Ahora, donde estaba, hay una nueva sala: Villanos”, nos cuenta Serrano sobre aquel icónico enclave tipo fábrica, que daba un toque berlinés a la ciudad de las terrazas, y donde cabía desde bulerías hasta casa de brujas.

este era caracol

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Alrededor de 6.000 conciertos, 4.000 artistas, 18.000 horas de música en directo y tres millones de espectadores a lo largo de tres décadas… Pero vayamos al principio, a la nave donde había montado un precario tablao flamenco, que contaba entre sus miembros fundadores. con Piedad y Rocío Aguirre, hermanas de Esperanza Aguirre, con mala insonorización y pésima gestión a pesar de haber visto en su escenario a las mayores figuras del jondo. Se llamaba Fénix. pero lo mismo Lola Floresuna feligresa, rebautizó el lugar, apostando por Caracol, en homenaje a quien fuera su amante y compañero artístico. Manolo Caracol. Pagando al máximo, José cerró la operación con un maletín de billetes y se quedó con la habitación en enero de 1995, tomando la decisión salomónica de mantener el mismo nombre.

Victoria Abril, el rey Felipe VI Incluso Bibiana Fernández, Alejandro Sanz, Luis García Berlanga y Rossy de Palma, entre otros, pululaban por el local, y la relación hostil con policías, vecinos y políticos empezó… ¡el primer día! No sería la última vez, lo que les obligaría a cerrar hasta años para resolver nuevos requisitos o trámites. Un calvario burocrático como el suyo Gran Wyoming Reconoce en el prólogo, ya que también era miembro de un café-bar: “Enhorabuena por haber sobrevivido a los ataques de la sinrazón”.

Los Cuervos Negros, en Caracol

Domingo j. Casas

En Caracol Antonio Vega, Aute, Jarabe de Palo interpretando ‘La Flaca’, Placebo, Calamaro, Ella Baila Sola en su debut, Pablo Milanés, Manzanita o Radiohead, Queens of The Stone Age, Dover, Compay Segundo, Orishas, ​​Mark Interpretaron a Lanegan, Barón Rojo, The Cardigans, Estopa, Calexico, C. Tangana, The Damned, El Canto del Loco, Marduk, Taburete, Amaral, Vetusta Morla, Leño, Burning, Los Piratas o The Black Crowes. ¿Cuál sería el mejor concierto allí?

El legendario encuentro de Leño en 2010 después de 27 años. En Caracol

Domingo j. casas

“Creo que vieja morla, porque ahí empezó la historia del indie de nueva generación, desde que consiguieron el dinero para financiar su primer disco. También, Pablo Milanes cuando llega a España y aparece en pareja con Sabina. No debemos olvidar el concierto de Chavela Vargas. A nivel de llamadas, yo diría que Radiohead cualquiera J Balvino las tres noches seguidas C.Tangana con todo vendido y Rosalía en el público.

Dani Martín, de El Canto del Loco

Domingo j. casas

Por supuesto, no hay que olvidar la famosa polémica con el espectáculo colectivo nazi. Valhöll-Dûm, que finalmente se jugó, y que aquí se explica detalladamente cómo fueron engañados los dueños, aunque piden disculpas. Pero lo relevante es lo que dice. ramoncín al final: “En un país tan poco dado a respetar los edificios, los templos, los lugares, un país que dejó desaparecer algo como el Rock-Ola para convertirse en un trastero, es loable que La Caracol siga en pie”. Una declaración dolorosa, porque la sala Caracol ya no existe. Pero intentará volver.

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