Huerta de Santa Isabel Este arma un nuevo barrio en la linde de Poniente en Córdoba


Entre la carretera de Trassierra, la zona de Hipercor, Parque Figueroa y Miralbaida se encuentra Huerta de Santa Isabel Este, una de las más importantes zonas de expansión urbanística de Córdoba con 390.809 metros cuadrados y cerca de 3.000 viviendas, unas en uso ya, otras en construcción. El paisaje combina el trasiego de las grúas que construyen más y más edificios con áreas de pasmosa tranquilidad y la sierra perfilada detrás. Algunos vecinos paseando y poquísismos negocios en marcha caracterizan a un extrarradio pollo que se va llenando de vida. Si se viese en una moviola un antiguamente y un luego, sería difícil creer que de una serie de solares campestres cercanos a la falda de las montañas pudiera surgir una de las zonas más modernas y prometedoras de la ciudad.

Curiosamente, Mónica Calderón añora los inicios de Huerta de Santa Isabel Este. Su grupo fue una de las primeras moradoras, en concreto del edificio San José, el primero de la zona. Allí se mudó en enero de 2016. «En frente veíamos conejos, perdices, era todo campo». Escogieron el oficio porque su marido trabajaba fuera de Córdoba, en concreto en Lucena, y ella en Rabanales, y contaban con muy buena comunicación con la ronda. ¿Cómo ha manido desde entonces la cambio del extrarradio? «Muy admisiblemente por un costado, porque ya no estamos solos y tenemos parques y más niños que juegan en ellos, pero echo de menos la naturaleza».

Mónica se encuentra precisamente en uno de los pocos negocios que hay la zona, la apoteca La Ronda, con sus hijos Jana y Oscuro, de cuatro y dos abriles respectivamente. Esta apoteca abrió sus puertas hace casi cinco abriles, en octubre de 2019. Rosario López y Francisco José Rodríguez atienden el establecimiento. «Cuando abrió esta apoteca el edificio ni siquiera estaba terminado», han recordado. «Estaba como aquel edificio de en frente». Al otro costado, y pasando por grandes solares expeditos con alguna molinete, se observa otro innovador inmueble al que parecen dar los últimos retoques, a la par que cuenta con habitantes por el aspecto de algunas terrazas y los enseres que hay en ellas.

En una mañana de agosto, este extrarradio cuenta solamente con algunos paseantes aislados. Unos llevan a sus perros a hacer sus deyección, otros empujan a sus bebés en el cochecito, se ven algunas pandillas de jóvenes en patinete, pero todo aparenta una extrema tranquilidad. En uno de los parques infantiles se encuentra Andrea Bugge y su pequeña hija Aurora. Andrea se mudó a Huerta de Santa Isabel Este hace un año, cuando decidió apañarse yuxtapuesto a su marido una zona nueva. Bugge es noruega, vivió un año de pupila en la ciudad y le gustó tanto que volvió de adulta. Fue entonces cuando conoció a sus marido. «Echo en error algunos bares, alguna tienda y toldos en las zonas de juegos infantiles».

Virginia Reflejo pasea en el cochecito a su pequeña hija María Pérez. Se mudó a la zona en 2020. «Es la primera vivienda que compramos, con unas buenas condiciones, el extrarradio es nuevo y la grupo nos pilla relativamente cerca», ha explicado. Para Virginia lo mejor del extrarradio es su tranquilidad, amplitud y dócil aparcamiento. Lo peor que le faltan comercios y cafeterías.

Marta Gutiérrez pasea por el extrarradio a sus perros, Dalia y Mané, y su opinión difiere un poco de las anteriores. Se mudó hace unos dos abriles atraída por su tranquilidad y, precisamente, por la exuberancia de zonas verdes para sus mascotas. Pero para ella el extrarradio se podría resultar así, sin bares por venir ni vida comercial: «prefiero que siga siendo un extrarradio residencial, si me quiero tomar una cerveza me voy al centro o a Regato del Moro».

Suburbio en expansión

Huerta de Santa Isabel Este está rodeada de carriles bici, tiene parques infantiles y diversas zonas verdes, como el parque Lorca, el parque Silvina y el parque de la Bondad en la zona de la A-3050 o el parque de Turruñuelos al otro costado, que linda con el canal del Guadalmellato. Allí un padre, Jesús Martínez, juega al fútbol con sus tres hijos Rafael Jesús, Abraham y Alejandro. Se mudó al extrarradio gracias a las buenas condiciones existentes con una VPO. «Mi opinión sobre el extrarradio es un poco contradictoria, porque lo que más me gusta es la tranquilidad, las zonas verdes y el encontrarse muy cerca de la sierra, pero por otro no hay locales comerciales, o ni siquiera una terraza para tomar una cerveza».

Esta marcha de bares y locales comerciales la ha paliado solamente en parte el edificio comercial Alsara que abrió el pasado mes de octubre, y que cuenta con negocios de supermercado, fisioterapia, peluquería, aislado o cafetería. Situado en la rotonda que forman las calles Silvina Ocampo y Malva Parra, queda en la intersección entre Santa Isabel Este y Miralbaida, atendiendo a conocido de los dos barrios.

Manuel Muñoz Valencia, propietario del aislado, precisamente lo tenía en Miralbaida desde el 2016, y se mudó al edificio Alsara para contar un 24 horas, donde ofrece, por otra parte de tabaco, productos de primera requisito: «Vi que este extrarradio tenía mucha proyección y a la vez me permitía seguir con la clientela de Miralbaida», ha explicado.

Muy cerca, en la peluquería Bely’s, se dan cita clientes de todas las edades y procedentes de muchos más puntos de la ciudad: «pelamos a niños, hombres y mujeres, de todo», ha asegurado Alberto, uno de sus peluqueros.

Cerca, el bullicio de la cafetería El Colmado de la Sultana, aglutina, de nuevo, a clientela de entreambos barrios, por otra parte de numerosos albañiles y operarios de las obras de los muchos edificios en construcción de Huerta de Santa Isabel Este, de momento un oficio casi inexplorado en materia comercial.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *