Adiós París, hola Los Ángeles



Los Juegos Olímpicos de París 2024 acabaron de modo oficial con su ceremonia de clausura, celebrada en el Stade de France con presencia de 9.000 deportistas y miembros de “staffs” técnicos, y con más de 71.500 espectadores en las gradas para ver cómo el Comité Soberbio Internacional (COI) cedió el informante a Los Ángeles 2028.

Con un vídeo en homenaje a los grandes momentos de la Ceremonia de Transigencia, empezó esta vestidura en el estadio de Saint-Denis, cuyo contorno de equipo tuvo un escena de 2.400 metros cuadrados. Luego la banda sinfónica Divertimento interpretó “La Marsellesa”, himno doméstico de Francia, adaptado ayer del acercamiento de los abanderados de cada delegación. Los atletas María Pérez y Jordan Alejandro Díaz, medallistas de oro en estos Juegos, portaron la bandera de España. Y en cuestión de 15 minutos, todos los abanderados ocuparon sus lugares sobre el escena para ir recibiendo al resto de deportistas. Canciones como la famosísima “We Are the Champions”, de Queen, amenizaron el profuso desfile.

Más delante apareció Thomas Bach, presidente del COI, para entregar a la atleta neerlandesa Sifan Hassan, a la etíope Tigst Assefa y a la keniana Hellen Obiri sus respectivas medallas de oro, plata y bronce conseguidas por la mañana en la prueba femenina del maratón. Y tras este podio, comenzó con la diosa Niké un tramo exquisito de hora y media. Representada mediante la Vencimiento de Samotracia, esa dios ocupó el centro del escena mientras un viajero dorado, interplanetario y del futuro reconstruía los rescoldos de su sociedad distópica con fundamentos de los JJ.OO. Así transformó el guion de esta ceremonia una distopía, al más puro estilo de la dinastía “Mad Max”, en una utopía con vistas a 2028.

Igualmente hubo tramo de discursos protocolarios con Tony Estanguet, presidente del Comité Orientador de París 2024, y a continuación con Thomas Bach, presidente del COI. Uno y otro estuvieron acompañados por laureadísimas figuras, como el atleta keniano Eliud Kipchoge, el judoca Teddy Riner y la nadadora australiana Emma McKeon, entre otros.

A la conclusión del discurso de Bach, un coro jovial y la misma banda sinfónica Divertimento interpretaron el himno descarado oficial. Fue el preludio al acto con el que Anne Hidalgo, alcaldesa de París, pasó la bandera olímpica a Karen Bass, alcaldesa de Los Ángeles, como símbolo del traspaso de sede para los próximos JJ.OO. veraniegos.

A partir de ahí, arrancó la parte más cinematográfica. El popular actor estadounidense Tom Cruise bajó con un cable desde lo más stop del estadio hasta el escena, agarró la bandera de los aros olímpicos y salió rumbo a tierras californianas con un mucho de ficción.  Ya ha empezado la XXXIV Olimpíada de camino a LA28.

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