En la quincena más festiva del verano, el comercio recinto celanovés -con el apoyo del Concello-, protagonizó ayer una de las citas más esperadas por vecinos y veraneantes. La Feira do Stock que, unas semanas antiguamente de lo que venía siendo habitual para servirse la concurrida presencia en estos días de turistas y veraneantes, tomó los laterales del claustro barroco para ofrecer una amplia selección de artículos de moda, complementos o calzado de temporada, donde no faltaron los juguetes, óptica y enseres para el hogar.
Una veintena de comerciantes y emprendedores, la mayoría comerciantes asociados, pero además externos llegados de otros puntos de la provincia de Ourense, decidieron rajar sus puertas en pleno domingo de agosto para promocionar sus negocios y, de paso, devastar las estanterías de cara a la próxima temporada de otoño-invierno con interesantes descuentos.
Durante toda la viaje, el cenobio celanovés fue una fiesta donde no faltó la música, con el concierto de Díaz en sesión vermú y, al caer la tarde, la proceder culminante de la Big Band de Celanova. Todo ello en un situación incomparable, como es el claustro barroco celanovés, donde hubo un espacio de niño con hinchables, sorteos y una zona gastronómica que combinó sabores tradicionales con toques de la cocina mexicana de la mano de A Taberna da Lola y El Compadre, dos restaurantes locales.
Compras con premio
De cara a la revés al cole, desde la asociación de comerciantes de la aldea anunciaban una próxima campaña, de cara al 7 de septiembre, que incluirá una gran celebración en la Praza Maior con hinchables y atracciones, con el objetivo de premiar las compras en el comercio, servicios y la hostelería recinto. “La idea es fijar el consumo de la revés al cole en Celanova y que no se escape con destino a otros lugares. La idea es fidelizar al cliente y hacer ver que importación en Celanova tiene premio, es diferente”, comentaban desde la asociación.