El suceso ocurrió el pasado sábado a plena luz del día en la calle María de Molina
Sorpresa mayúscula la que se llevaron el pasado sábado efectivos de la Policía Municipal de Palencia cuando a media mañana se acercaron a un transporte que se había parado en medio de la calzada, en la calle María de Molina. Su conductor se había quedado dormido al volante.
Una vez despertado, los agentes procedieron a realizarle la prueba de la alcoholemia. Fue entonces cuando se dieron cuenta de que el hombre había bebido. En concreto, arrojó un resultado de 1,32 miligramos de bebida en mortandad, lo que significa que quintuplicaba la tasa permitida al volante.
Ahora, el hombre está siendo investigado como supuesto autor de un delito contra la seguridad viario, según detalla el parte emitido por la Policía Nave. Se ha remitido el atestado correspondiente al magistratura de defensa para la celebración de un sensatez rápido.