La tasa de emancipación joven andaluza se sitúa en el 14,3%, casi tres puntos inferior a la nacional


Andalucía se situó a finales de 2023 como la cuarta comunidad autónoma con pequeño tasa de emancipación. Así, solo el 14,2% de la población bisoño andaluza estaba emancipada, un porcentaje similar al del segundo semestre de 2022, aunque diez puntos por debajo de las cifras anteriores a la gran recesión de 2008. Esta sigla es 2,8 puntos inferior a la tasa de emancipación bisoño doméstico, situada en el 17% en el segundo semestre de 2023.

Estos datos se extraen de la última estampado del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Adolescencia de España (CJE) publicados este lunes, coincidiendo con el Día Mundial de la Adolescencia. El documentación arroja que el salario medio de los jóvenes andaluces en el segundo semestre de 2023 es el tercero más bajo de las comunidades españolas, solo por delante de Canarias y Extremadura. Por otra parte, la tasa de paro de este colectivo es la más suscripción de España, con un 30,6% de la población bisoño activa residente en Andalucía en situación de desempleo.

Con respecto a la adquisición de vivienda, el Consejo de la Adolescencia ve «extremadamente difícil» para un bisoño andaluz emanciparse en solidario, ya que el inquilinato medio bisoño en la comunidad es de 856 euros al mes en el periodo analizado, y solo le quedarían 176,80 euros al mes para abonar los suministros y cubrir sus micción.

El precio de los alquileres presenta variaciones según la provincia. Así, el Observatorio de Emancipación recoge que los alquileres más baratos se encontraban en Jaén (464 euros), mientras que los más caros se sitúan en Málaga, con 1.168 euros al mes, presentando una diferencia de más del doble entre ambas provincias.

Datos nacionales

La tasa de emancipación en España subió hasta el 17% en el segundo semestre de 2023, siete décimas más que en el primer semestre de 2023 y un punto más que hace un año, aunque 7 de cada 10 jóvenes que trabajan (70,4%) siguen viviendo en casa de sus padres. Según destaca el documentación, es el mejor antecedente de emancipación desde el primer semestre de 2020, cuando se desencadenó la crisis mundial causada por la COVID-19 y, encima, se encadenan cinco semestres seguidos de subida en la tasa de emancipación. No obstante, aún está allí de las cifras alcanzadas antaño de la pandemia, cuando el porcentaje de emancipación era del 18,7% y antaño de la crisis de 2008 (26,1%).

El documento se desprende que, a finales del año pasado, había en España 236.333 personas jóvenes más viviendo fuera del hogar descendiente que un año antaño. Esta restablecimiento de la tasa de emancipación estuvo acompañada de una pendiente de 1,08 puntos en la tasa de desempleo y de un aumento del 4% del salario mediano de una persona bisoño.

No obstante, el CJE advierte de que, a pesar de estas mejoras, hay distintos factores que podrían propiciar una pendiente en la tasa de emancipación en el corto y medio plazo. El primero de estos factores es el incremento en la etapa media de emancipación, que se situó en 2023 en los 30,4 abriles frente a los 26,3 abriles de media en Europa. Por otra parte, la tasa de emancipación en España era 14,9 puntos más pérdida que la europea.

Otro número es que en 2023 el precio de las viviendas en inquilinato era el más detención de la historia: la mediana para un suelo normalizado se situaba en 968 euros al mes, 88 euros más que un año antaño (un 10% más), por lo que los jóvenes deberían destinar el 92,1% de su salario. Los suministros, por su parte, sufrieron una subida de precio del 17,3% en un año. Estos precios han provocado que, pese a que haya un veterano porcentaje de personas jóvenes emancipadas, menos lo hayan hecho en solitario.

Si aceptablemente, tal y como refleja el estudio, ni siquiera alquilando una habitación en zona de una vivienda entera las personas jóvenes se libran de asignar el 30% de su salario a la vivienda (el mayor que recomiendan los organismos internacionales) pues, en España, el precio mediano de inquilinato de una habitación era de 380 euros al mes, el 36,2% del salario neto mensual de una persona bisoño, un porcentaje que sube hasta el 40% en algunas capitales de provincia, como Málaga, Sevilla, Barcelona, Valencia, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria o Palma de Mallorca.

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