Aceite ha sido desencadenado. Mirando hacia atrás, ella ha sufrido una aumento de casi el 16% respecto a hace un par de meses. Su precio medio pasó de los 8 euros el litro a los 10 euros, superando incluso algunas marcas los 12 euros. Hablamos de un producto reconocido y saludable, además de necesario porque forma parte de cualquier cocina. Rebeca Sainz (Bar Víctor, Bilbao) afirma que en su restaurante se gastan muchos litros al mes, ya que las brochetas y tortillas, entre otros platos, requieren de este aceite. Agrega que desde la pandemia ‘tenemos que cumplir con la ley’, por eso desde entonces usan dosis únicas, que son más caras.
Algunos consumidores lo tienen claro y prefieren dosís única, pero en cambio a otros no les importa utilizar botellas de aceite recargables, siempre que estén limpias. Hemos salido a la calle a comprobar si los hosteleros llevan a cabo esto práctica prohibidaque en muchos casos no garantiza la calidad del aceite. Un consumidor señala lo que muchos piensan: “Hay muchas veces que lo mezclan con otro tipo de aceites más económicos”.
Muchas veces lo mezclan con otro tipo de aceites más económicos.
Francisco Moscoso (Vicesecretario de UPA) insiste: “Estamos totalmente en contra de esta práctica. Se deberían hacer inspecciones para controlarla”. Desde que se enteraron no han dejado de exigir. Y, dirigiéndose al consumidor, añade que “debe saber lo que hay en la mesa y la etiqueta”.
Se deben hacer inspecciones para controlarlo.
El sector productor advertencia de pérdida de cosechas ha tenido este año: “La mitad de una cosecha normal. No tendrán suficiente aceite para vender si el precio sigue subiendo, porque el agricultor no obtendrá ningún beneficio. Por eso, los olivareros buscan una estabilidad lo antes posible.