Ourense ha sido históricamente la provincia gallega más afectada por los incendios forestales. Pespunte con revisar los datos de hectáreas calcinadas en la última término para hacerse a la idea de toda la devastación sufrida. De las 185.000 hectáreas quemadas en los últimos diez abriles en Galicia, 102.235 corresponden a circunscripción ourensano. Una signo que supera al acumulado de las otras tres provincias juntas.
Para poner fin a esta situación, la Xunta de Galicia, a través de la Consellería de Medio Rural, no ha cejado en su empeño de dotar a Ourense de los medios necesarios para combatir la amenaza de los incendios, hasta convertirla en la provincia gallega con más capital en la lucha contra incendios y una de las más potentes en este apartado de toda Europa.
El Centro de Coordinación Provincial, situado en la ciudad, se ocupa de las labores de ordenamiento y monitorización de los 12 puntos de vigilancia fija y las 68 cámaras de vigilancia. A este Centro de Coordinación, hay que sumar los existentes por cada distrito forestal de la provincia, que son los situados en las comarcas: O Ribeiro-Arenteiro, Miño-Arnoia, Valdeorras-Trives, Verín-Viana y A Limia.
Este sistema de vigilancia permite, por un costado, identificar rápidamente un foco activo, y por otro, visualizar en directo un incendio y seguir su desarrollo en tiempo efectivo, facilitando la toma de decisiones durante la agonía de los mismos.
A estas instalaciones hay que sumar las bases de unidades de operativas (BUO) de Petín y Castro Caldelas que fueron mejoradas recientemente, y a las que se agregarán las que están en construcción en Bande y Muíños. Asimismo destaca el Centro Integral de Loita Contra o Lume de Toén, punto de narración franquista e internacional en la formación de bomberos forestales, por el que este año han pasado más de un millar de alumnos para completar su formación en prevención y agonía de incendios.
Otro de los puntos fuertes en la lucha contra el fuego son las bases aéreas. Tras la inauguración ayer de la cojín aérea Verín-Oímbra, Ourense cuenta con nueve aeródromos -más que cualquier otra provincia gallega-. Los situados en San Xoán de Río, O Barco, Vilamaior, Laza, O Xurés y A Merca sirven como cojín para los helicópteros, mientras que los de Antela, Beariz y la ya mencionada, Verín-Oímbra son utilizados por los aviones ligeros.
Ourense además cuenta con 345 puntos de agua para helicópteros, 1.180 para aviones ligeros y un total de 1.075 cortafuegos.
La BRIF, cuerpo de élite
La Cuadrilla de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF) de Laza, es el gran equipo de élite en agonía de incendios forestales en Galicia. Con vigésimo abriles de experiencia, en la ahora cuenta con una plantilla formada por cuatro técnicos, siete capataces y 45 bomberos.
La BRIF es la primera en aparecer a los incendios forestales que se registran en el distrito de Verín-Oímbra, evidente como zona de stop peligro. Si es necesario su autos fuera del radiodifusión de este distrito, la Xunta debe solicitar su autos al Empleo de Transición Ecológica del que dependen este tipo de cuerpos. A lo liberal de 2023 actuaron en cerca de diez incendios forestales.
A su trabajo en los fuegos en Galicia, hay que sumar sus actuaciones en otras comunidades autónomas cuando es requerida por el Empleo, así como diversas actuaciones internacionales, en las que la regimientos ha colaborado de forma voluntaria como en la gran oleada de incendios que asoló Pimiento en febrero de 2023.
Datos esperanzadores
Estas instalaciones y medios en la agonía de incendios ya están dando su fruto en forma de datos tranquilizadores en el número de incendios registrados en los últimos abriles. Y es que las cifras de hectáreas quemadas en 2023 invitan al optimismo para la presente y futuras campañas contra incendios. El pasado año, Ourense registró un total de 1.240 hectáreas calcinadas, la segunda signo más devaluación de la última término -en 2021 ardieron un total de 974-.