Jaime Diéguez Martínez, o afiador do eterno sorriso

Jaime Diéguez Martínez, o Jaime de Outeiro, o Jaime de San Lorenzo, o do eterno sorriso e unha morea de anecdotas, o afiador; Hoxe nos dejó tal como siempre lo pidió, rápido, sin sufrimiento, silencioso, el que era hombre de tantas palabras.

Hoxe as rúas da Bonanova fican orfas para siempre do chifro do galego, La grada de Sarriá se levantó para siempre una pasión construida domingo a domingo y el blanco del Real Madrid centelleó su carón como una luz para la eternidad.

Huérfanos de las calles de Trives y ausentes por su peculiar deseo de relacionarse con el mundosiempre de buen humor, siempre despertando, siempre llegando a la casa de Outeiro un poco más vacía donde guardan los más de dos días felices, siestas al aire libre, sombras en el balcón, comidas con agua de mantequilla.

Furriel, marchaches face or solpor cecais ca túa roda de afiar, asubiando, cos teus ollos azuis de ceo, pero las queicoas duran para siempre entre nosotros porque son tótems, realidades, vixias de amor y unión. No te defraudaremos. Que descanse en paz.