El paso de una vaguada desde el Atlántico ha puesto fin a la ola de calor que azotó la Península Ibérica durante el fin de semana, y ha dejado a su paso una sobresaliente inestabilidad atmosférica y un traumatizado descenso en las temperaturas. Este engendro meteorológico ha cruzado la península y se dirige con destino a el este, generando tormentas intensas en varias regiones. Durante la tarde de este martes, las tormentas más severas se han registrado en provincias como Lleida, Tarragona, Castellón, Teruel, así como en áreas del interior de La Rioja y Navarra. Sin incautación, se anticipa que las próximas horas serán aún más complicadas, ya que la vaguada se desplazará con destino a el sureste y se aislará en niveles altos, dando circunstancia a una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA).
Este embolsamiento de ambiente frío, en combinación con las aguas cálidas del Mediterráneo, creará un entorno propicio para la intensificación de las tormentas. Durante la albor y hasta mañana, ciudades como Manresa, Vic, Olot, y Girona en Cataluña se encuentran bajo aviso naranja oportuno a la posibilidad de lluvias intensas que podrían acumular más de 50 litros por patrón cuadrado, granizadas y fuertes rachas de derrota.
No obstante, la situación más crítica se prevé en Baleares, donde las precipitaciones podrían pasar los 100 litros por patrón cuadrado en un corto período de tiempo, afectando a las islas de Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera. Adicionalmente, el piedra podría alcanzar un tamaño superior a los 2 centímetros de diámetro y los vientos podrían pasar los 100 kilómetros por hora.
Dada la recaída de la situación, se recomienda a la población mantenerse informada y tomar precauciones, especialmente en áreas costeras y en ingreso mar, donde las condiciones podrían empeorar.
