Un pasaje a las ferias del libro


Las plazas, parques y paseos de Galicia se transforman en librerías al distinción rescatado cuando llega el verano. Las ferias del manual no solo crean un punto de aproximación para lectores y curiosos, sino asimismo un espacio donde convergen civilización, comunidad y múltiples historias impresas sobre papel. Una ventana al mundo de la humanidades, en todas sus formas, en las que el manual se sitúa como el principal protagonista y señuelo. La gran tradición librera que existe en la comunidad se materializa en trece ferias del manual que, desde Ferrol hasta Monforte, recorren toda la geodesía gallega. Encima, cuatro ferias del manual antiguo, incluida la que arranca este jueves 15 en La Coruña, completan este calendario, que satisface las exigencias de los más bibliófilos y asimismo acercan el cesión intelectual a las nuevas generaciones, manteniendo viva la memoria del papel.

Si correctamente es uno de sus objetivos principales, las ferias contemplan una dimensión mucho anciano que la de simples mecanismos de ventas. «Es la gran fiesta del manual. Salen a la calle y nosotros estamos en contacto con los lectores de una forma distinta a la habitual, fuera del establecimiento. Es la ocasión para poner el manual en el espacio que merece», explica Óscar Porral, vicepresidente de la Alianza de Librerías de Galicia, encargada de organizar las 17 ferias, y director de la papelería Bandini.

En un ecosistema donde las librerías luchan contra la amenaza constante de la liquidación online y la lección a través de dispositivos electrónicos, estas ferias sirven como una especie de faro de resistor cultural. «Hay mucha clan que, a lo mejor, no tiene la dinámica regular de ir a las librerías. De esta guisa le acercamos el manual a la clan, con carpas, eventos y actividades que pueden resultar atractivos a la clan», explica Óscar Porral. Es en estas carpas donde «el manual se dignifica» y los lectores conversan con los autores y los libreros, forjando conexiones que difícilmente se podrían establecer en medio del frenético ritmo de la vida moderna. «Tenemos contacto directo con las personas, les miramos a los fanales, podemos intuir a través del diálogo qué es lo que buscan en ese momento y recomendarles», añade el vicepresidente.

Este acercamiento al profesor es crucial en una era donde, como señala Óscar Porral, el sector editorial parece estar «permanentemente en crisis y amenazado». Sin bloqueo, allí de sucumbir delante dicho panorama, estas ferias demuestran que la pasión por la lección no se ha perdido y que «el manual goza de un buen estado de vitalidad». Estos eventos no solo atraen a los habituales devoradores de libros, sino que asimismo cumplen un importante papel como dinamizador social y cultural gracias a las numerosas actividades que los acompañan. Talleres de cómics, presentaciones de libros, recitales poéticos, relatos literarios, conversaciones filosóficas y actividades infantiles alimentan el círculo festivo y la billete de asistentes de todas las edades.

Guardarropa para escritores y nuevas ediciones

Sin la inspiración de los escritores, los libros desfallecerían, hambrientos de nuevos mundos que compartir. Son la materia prima de las librerías, razón por lo que las ferias del manual asimismo cumplen una función de armario para estos literatos, principalmente aquellos nóveles y menos conocidos. «Son una oportunidad para compartir su obra con el profesor y que este los conozca, asimismo en persona», afirma Óscar Porral. En un mercado saturado, en el que se publican miles de libros cada año, los autores tienen la oportunidad de compartir su obra directamente con el sabido en estos emplazamientos.

Por otro flanco, la selección de libros que cada impresor lleva a las ferias no es arbitraria. Si correctamente es cierto que «hay libros que se mantienen en cada feria», los libreros se adaptan a la idiosincrasia de cada espacio. Así, por ejemplo, se ofertan libros relacionados con el mar en las localidades costeras, mientras que en aquellas ferias celebradas en el interior se puede optar por tramas más vinculadas a sus actividades locales, como la viticultura. En todo caso, desde la alianza de librerías coinciden en que «cada papelería es absolutamente diferente», en función de su temática, su sabido y su naturaleza generalista o especializada. Encima, cada impresor cuenta con su «manual fetiche», que asimismo sirve para conformar el catálogo final que ponen a la liquidación en cada feria.

Entre los distintos públicos, desde la alianza de librerías destacan la voracidad lectora de las nuevas generaciones. «Podemos pensar que no son lectores y, sin bloqueo, hay muchísima publicación para edades de entre 14 y 18 abriles. Creo que es actualmente la franja que goza de más vitalidad». Óscar Porral detecta que el mercaderías young adult de temática fantástica es el predilecto entre los jóvenes, aprovechándose del gran empujón de la serie Blackwater. «Es la sección que mejor está funcionando». Clásicos como Jane Austen, Dostoievski o Tolstoi asimismo son muy reclamados, gracias a la aparición de nuevas ediciones, ilustradas, más cuidadas y muy enfocadas en el diseño para hacerlas más llamativas a los nuevos lectores.

Las ferias del manual de Galicia son un éxito -más de 200.000 visitantes en la publicación de 2023 de La Coruña y aproximadamente de 25.500 ejemplares vendidos en la recién finalizada de 2024-, pero la riqueza de la humanidades no se rige tanto por las cifras de ventas como por la calidez del manual. «Es poco que está en nuestra naturaleza, transforma nuestro mundo y nuestra forma de pensar», comparte Óscar Porral, antaño de rememorar que «siempre hay un manual para cada profesor».

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