La subida de precios en la hostelería afecta al veraneo de los ourensanos



Los ourensanos están teniendo que rascarse el faltriquera este verano. Quienes ya han podido disfrutar de su periodo de recreo en esta época veraniego, han podido comprobar de primera mano la gran subida de precios que se está experimentado. Los últimos datos publicados por el Instituto Doméstico de Estadística (INE), correspondientes al mes de julio, confirman que los servicios relacionados con el turismo como restaurantes, cafés, alojamientos y hasta el transporte han subido de forma considerable en Galicia respecto al pasado verano.

La decano subida la experimentan los servicios de alojamiento que están un 10,6% más caros este julio y agosto. Destinos predilectos de veraneo para los ourensanos como Sanxenxo tienen un precio medio en sus hoteles para estas fechas que ronda los 280 euros por incertidumbre. Otro de los puntos de destino para los ourensanos como Nigrán marcan la media en 200 euros. Más allá de los elevados precios, resulta casi inalcanzable encontrar una habitación de hotel para estas fechas en cualquier portal web, ya que se retraso que las Rías Baixas alcancen el 95% de ocupación este puente de la Responsabilidad.

Otra de las opciones para pernoctar es el locación. Esta es una de las fórmulas más extendidas entre los ourensanos para conseguir ajustas los gastos, pero siquiera se libra de la subida generalizada de precios, superando este año la barrera de los 1.000 euros de media por semana -un 15 % más que en 2023-. Lugares más exclusivos como A Toxa y Sanxenxo marcan unos precios semanales de 2.900 euros y 2.300 euros respectivamente. Opciones más asequibles se presentan en destinos como Portonovo con 1.400 euros o las zonas de Baiona, Samil y Nigrán con 1.150 euros por una semana de arrendamiento.

Los ourensanos que opten por tipos de alojamiento más baratos como campings, albergues u hostales siquiera evitarán avalar más porque su coste ha subido un 4,7% en el postrer año.

En cualquier caso, el encarecimiento que se está experimentado este verano en hoteles y alojamientos es poco beocio que el registrado la pasada Semana Santa o en el puente de mayo, cuando las reservas fueron un 22 % y un 25 % más caras respectivamente que en los mismos períodos del 2023.

Motivos como la intensa demanda, especialmente de turistas de llegados desde el extranjero, con decano poder adquisitivo, y la inflación son los factores que explican el crecer en los precios. Un crecer que obligará a los ourensanos a resumir sus días de recreo tratando de ajustar el presupuesto.

Galicia, por encima de la media

Los ourensanos que decidan optar por sobrevenir su periodo de alivio fuera de Galicia se encontrarán una inflación beocio en casi todos los servicios. Mientras que Galicia registra una subida del 10% en los servicios de alojamiento, la media franquista está en un 5,3%. Correr al extranjero es, en cambio, más rebajado que hace un año. Tanto los paquetes turísticos como el precio de los vuelos es un 5% más rebajado esta época veraniego.

Todo sube

La misma dinámica ascendiente experimentan los precios de servicios en restaurantes y cafés con una subida del 5,3% y los servicios de transporte, un 3,8% más caros. Hechos muy cotidianos de la época veraniego tomarse la caña y la tapa del aperitivo en el chiringuito de la playa es más caro que hace un año. Incluso lo serán los desplazamientos en tren, autobús o coger un revoloteo franquista.

Ourense, incluso al subida

Incluso los turistas que visiten Ourense se encontrarán con una subida generalizada de los precios en todos los servicios turísticos. Pernoctar en la ciudad este verano, es un 10,5% más caro que en el verano de 2023. El precio medio de una incertidumbre de hotel en la caudal ourensana está cerca de de los 130 euros.

La subida, igualmente, se deja notar en los bares y restaurantes ourensanos que suben un 6,4% los precios, casi 2 puntos por encima de lo que marca la media española.

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