Mbappé debuta en el Madrid con el primer título oficial



El Vivo Madrid conquistó la Supercopa de Europa, la sexta en su palmarés para ser el más premiado en la competición, a posteriori de vencer por 2-0 a la Atalanta italiana, gracias a una mejor segunda centro en la que sobresalió un extraordinario Bellingham, adicionalmente de los goleadores Valverde y un Kylian Mbappé que marcó en su estreno con la camiseta madridista.

Los pupilos de Ancelotti -se convierte en el preparador más premiado de la historia del club con 14 títulos pegado a Miguel Muñoz- conquistaron el primer trofeo de los siete por los que competirá este curso. Llegó arreglando una primera parte apagado con una segunda más vistosa y brillante en la que llegaron los dos goles del triunfo.

El primero fue de Valverde, ayer del primer tanto de Mbappé como madridista en su estreno, y a posteriori de un parada heroica de Courtois con 0-0. Aunque el hombre de la reacción blanca fue un imponente Bellingham, en su traducción más completa y dando sentido a un equipo que sufrió la yerro del retirado Toni Kroos en unos primeros 45 minutos muy de pretemporada.

Los blancos dominaron las primeras posesiones, incluso con buenas combinaciones entre Vinícius y Mbappé, aunque sufrieron un buen aviso de los italianos a la contra, poco que despertó a los de Gasperini.

La Atalanta disfrutó de más balón y el partido entró en una etapa de igualdad típica de los primeros minutos. Hasta que apareció Mbappé, a punto de mandar a la red su primer remate a pase de Rodrygo. Poco más tarde, el Vivo Madrid volvió a suscitar peligro en las botas de “Vini” primero, habilitando aceptablemente a Bellingham sin éxito, y de Carvajal a posteriori, con un pedido tenso desde la derecha que no encontró rematador.

Los de Ancelotti echaron de menos al retirado Toni Kroos, sin esa figura que aporta sentido, obligando a Vinícius a retasar demasiado su posición, comenzando el brasileño las jugadas, con desajustes preocupantes. Por otra parte, Tchouameni era un flan en el pivote, y estuvo a punto de provocar un claro uno contra uno para Lookman con un error impertinente que “in extremis” arregló un rápido Rüdiger.

Aún sin demasiada clarividencia y con una resultón yerro de ideas, el Vivo Madrid tuvo la más clara cuando la primera parte agonizaba. Rodrygo mandó al travesaño un violento disparo con la izquierda en el interior del radio.

Y si la más clara para el Vivo Madrid fue rozando el refrigerio, la de los italianos llegó tan pronto como transcurrido un minuto de la segunda centro, con un potente y colocado cabezada de Pasalic que salvó con la palma y estirándose al mayor Courtois, recordando al de ayer de la lisiadura. El ritmo del partido subió en una traducción más rota, con más idas y venidas de entreambos equipos, en un caos ofensivo en el que debía reinar el Vivo Madrid.

Y así fue. Bellingham, el mejor de la segunda parte, recogió un rechace en campo rival y sirvió en la izquierda a Vinícius. El brasileño filtró un pase que solo tuvo que empujar Valverde, mientras Mbappé atrajo toda la atención de la trasera italiana. Los de Ancelotti daban el primer gran ocurrencia y comenzaban a encaminar el triunfo, que pudieron sentenciar con el 2-0 en las botas del “7” brasileño en un mano a mano que salvó con una buena mano Musso.

El recital de Bellingham, que todavía pudo poner el segundo con un disparo cruzado desde la izquierda, desencadenó al Vivo Madrid, ya con más elegancia y seguridad con el rumbo a ayuda. Y en sus mejores minutos, los madridistas pusieron tierra de por medio con el tanto en su presentación de Kylian Mbappé, poco más desaparecido en la segunda parte, pero que no falló a su cita con el gol para que los blancos acariciaran la Supercopa en un remate a la escuadra al primer toque tras la público de Vinicius.

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