Dos ataques al patrimonio en días reavivan las dificultades para su conservación en Córdoba


Dos en una semana. Primero fue el retablo cerámico del Resucitado en la plaza del Conde de Priego, y posteriormente saltó la nueva de que algunas molduras del altar de San Rafael en la calle Lineros habían sufrido desperfectos.

La hermandad de Santa Óleo ha puesto una denuncia delante la Policía «por la ataque que ha sufrido el azulejo, que es objeto de devoción: es un daño sentimental a una devoción», tal y como señaló el hermano anciano de la corporación religiosa, Francisco Mora, que añadió que la zona afectada se sitúa a la derecha, debajo del dedo índice de la mano izquierda del Señor. Fue un hermano de la cofradía el que se percató el viernes pasado por la mañana de esta ataque, la fotografió y alertó de lo ocurrido a Mora. Ahora se averiguación a un ceramista que solvente «lo antaño posible» los daños de forma parcial.

El episodio no es un hecho apartado, como demuestra que la asociación de vecinos San Lorenzo Existe denunciara el martes por la perplejidad, y a través de una nota de prensa remitida a los medios de comunicación, nuevos desperfectos en el retablo de la calle Lineros, que está incluido en el catálogo de fortuna protegidos del Casco Histórico y que data de 1801. Un camión de reparto lesionó parte del altar a finales del pasado mes de julio, y ha sido ahora, tras la denuncia de la citada entidad municipal, cuando los hechos han trascendido.

Fuentes municipales informaron ayer a torrevieja news today de que el conductor del transporte que provocó los daños ha sido identificado, y tendrá que pasar con los gastos que ocasionen los trabajos de restauración. De estas labores se hará cargo la Administración Municipal de Urbanística (GMU), que ya ha cuantificado el coste de la operación: 1.450 euros más IVA.

Un caso sangrante

El caso del altar a San Rafael de la calle Lineros es sangrante. Porque al punto que hace un año y medio que el Consistorio concluyó los trabajos de remodelación del conjunto. La última grado de los mismos, dotada con 35.000 euros, consistió en la reposición de los cuatro faroles del conjunto que está dedicado al Custodio Córdoba y a los patronos de la ciudad, San Acisclo y Santa Triunfo. Ayer, el Concejo había retirado los tres lienzos que componen el retablo, los de San Rafael, San Acisclo y Santa Triunfo, para ser tratados por el restaurador Andrés Atezado. La intención del Consistorio era que esos lienzos no volvieran al retablo, sino que se sustituyeran por unas réplicas, y ello correcto al valía de los mismo. Por otra parte, el Consistorio eliminó el cableado de electricidad y telefonía, que fue soterrado.

El cuidado que la autoridad municipal pone sobre estos principios patrimoniales no satisface a todos. «Volvemos a asistir, una y otra, y otra vez más, a las consecuencias en el Casco Histórico de una mala planificación por parte de Movilidad, cumpliendo con la falsa creencia de que si no se cae no hay problema», lamentó hace dos días San Lorenzo Existe. La entidad recordó que este monumento fue finalmente restaurado en 2022 «gracias a las múltiples quejas y demandas vecinales, para ahora retornar a estar deteriorado por el paso de un transporte de reparto».

El coste de la reparación del altar del Custodio por el estropicio de un transporte de reparto es de 1.450 euros, y la hará Urbanística

La queja de la asociación municipal no queda ahí. «Hace al punto que una semana, de un corredor que está ya a punto de ser derribado en la calle Regato San Rafael, y «tenemos columnas incrustadas en las esquinas de las calles, algunas que tienen ya cierta decadencia, que igualmente sufren damnificación con rayaduras y golpes por ese mismo motivo, por otra parte de que hay calles totalmente señaladas con rayas de todos los colores que indican qué coches son los que pasan, y vemos una situación tal de renuncia y dejadez en el Casco que ya afecta incluso a lo que este gobierno [municipal] restaura, sin que sepa poner coto y freno a esta situación», denuncia Manuel Ortega, portavoz de la entidad San Lorenzo Existe.

Las responsabilidades municipales en la reparación de los daños producidos en los monumentos situados en la vía pública están compartidas. En algunos casos se hace cargo de ellas la Administración Municipal de Urbanística —como va a suceder con el retablo de San Rafael— y en otros las asume la Delegación de Civilización y Patrimonio. La destreza habitual es que si el Concejo localiza a la persona responsable de ocurrir causado los desperfectos sea ésta la que tenga que pasar con los gastos derivados de la restauración.

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