Un inconveniente añadido es que los precios han subido un 7%, un incremento que los usuarios tendrán que asumir, pero que no les ha quitado las ganas de viajar y optar por cualquiera de los planes ofertados: turismo social, termalismo o turismo de naturaleza y cultural. A pesar de todo, las facturas no salen bien para los hoteleros.
Precios Oscilan entre los 200 y los 450 euros, que incluyen alojamiento, media pensión o pensión completa, transporte y póliza de seguro. También se incluyen servicio de entretenimiento y medicina general. Eso sí, los precios pueden variar en función de los ingresos de cada pensionista.
Algunos jubilados se quejan falta de recursos para poder disfrutar de estos viajes: “haces cuentas y no salen“Nos cuenta Rosa.
Como a algunos tampoco les salen las cuentas hoteleros que se quejan del presupuesto que les ofrecen las empresas adjudicadoras encargadas de organizar los viajes del Imserso. Es el caso de algunos balnearios para los que no sale rentable acoger a personas mayores: “como el hotel no cobra un precio razonable por la habitación, el servicio acaba siendo pésimo”, afirma Cornellá.
Una vez más, la principal víctima es el usuario, en este caso nuestros mayores.