Un ciclista cordobés ha desatado una polémica en redes sociales tras compartir unas fotografías que muestran el final del carril bici en la calle Santa María de Trassierra, donde se encuentra un bordillo pronunciado que, según sus palabras, casi le cuesta un siniestro. Su publicación en Twitter, acompañada de un mensaje de indignación, ha generado un intenso debate sobre la seguridad de los ciclistas en la ciudad.
«¡Casi me mato! En esto habéis invertido tanto tiempo y caudal en Carretera Trassierra? No hay cerebro, ¿quién diseña esto?», expresó el ciclista en su tuit. Las imágenes muestran el final del carril bici que termina abruptamente con un bordillo elevado, creando un peligro potencial para los que conducen desprevenidos por la vía.
La reforma del carril bici
El carril bici en cuestión es parte de la tercera etapa de la reforma de la avenida de Trassierra, un tesina avaricioso que incluye la mejoría de la calzada, aceras y alumbrado sabido. Esta etapa contempla aceras de hasta cinco metros de pancho, pavimentadas con baldosas de terrazo, y un carril bici unidireccional en cada bordillo.
Adicionalmente, se han incluido alcorques que proporcionarán sombra a lo desprendido de la bordillo, así como un sistema de iluminación pública renovado con tecnología LED. En la beneficio izquierda, el diseño incorpora parterres con rasante inclinada y pretiles que sirven como bancos, creando espacios de estancia alternados.
Lo que parece que no tuvieron en cuenta fue el final de este carril bici.
De hecho, si buscamos en Google Maps la zona exacta en la que se encuentra el carril bici polémico, podemos observar un parada bordillo. Lo confuso es que tiene una flecha que indica a los ciclistas que pueden continuar cerca de delante. Sin requisa, es el final.
Aunque sí existe una reducción en la zona del paso de peatones, parece que no tuvieron el mismo cuidado en el otro cruce.