El charro municipio de La Alberca bulló en la mañana de este viernes gracias al acto señero de sus fiestas en honor a Nuestra Señora de la Responsabilidad, ‘La Loa’, el tradicional automóvil sacramental que volvió a concitar a centenares de vecinos y visitantes, que no se quisieron perder el triunfo del acertadamente frente al pecado.
La cita, celebrada bajo la manifiesto de Aceptablemente de Interés Cultural desde hace ya tres abriles, tuvo extensión en el Solano Bajero, yuxtapuesto a la Iglesia Parroquial de la ciudad. Recién rebasado el mediodía, toque de campanario mediante, el espacio comenzó a acercarse al saciado. Primero las zonas umbrías de la escalinata del templo y luego, frente a la inmediatez del aparición, volaron los pocos claros que quedaban en los lugares más castigados por el sol, brillante esta mañana de agosto, aunque sin exceso de sofoco, informa Ical.
El primer personaje, el narrador de La Loa, hizo acto de presencia en número frente a los primeros aplausos, con algún sobresalto en la improvisada tribuna a topetazo de mazo sobre las tablas. Desde las jefatura descendió, poco posteriormente, el mismísimo Mal, un monstruo con cuerpo y comienzo de chivo, y con siete cabezas de serpientes que representan los pecados capitales, para dar paso a la ulterior secuencia que estalló, como es habitual, en ruidosa pirotecnia, esa que deja un perfume inconfundible dando paso a una nueva ovación.
Luego, y posteriormente del breve interludio en el que el narrador y dos jóvenes ataviados con trajes tradicionales de la zona departen sobre la fiesta de la Inexplorado de la Responsabilidad, quien hizo su aparición en el círculo fue el Aceptablemente, vestido de arcángel y acompañado por otros siete angelitos interpretados por niños de la zona, para combatir y vencer al demonio y sus siete diablillos.
Una vez derrotado el Mal, y frente a el aplauso de los presentes, La Loa se despidió hasta el próximo 16 de agosto.
El automóvil sacramental, que se remonta a la época medieval, y que es una de las tradiciones más arraigadas en la Sierra de Francia, fue público en 2021 en el seno del Consejo de Gobierno de la Reunión de Castilla y Arrojado Aceptablemente de Interés Cultural de carácter inmaterial, condición que luce desde entonces.