La Guardia Civil concluye sin éxito una nueva búsqueda de Ángeles Zurera ante nuevas pistas sobre su posible paradero


La Pareja Civil ha activado este viernes la búsqueda de Ángeles Zurera, la damisela aguilarense que desapareció el 8 de marzo de 2008, hace ya 16 abriles. En concreto, los agentes han rastreado una zona entre Monturque y Chiva, posteriormente de admitir una convocatoria con información que situaba en el punto indicado el fiambre de la mujer.

No obstante, según ha confirmado el Instituto Armado, los trabajos, que se han desarrollado durante la mañana y con la ayuda de un georradar, han consumido, a prior, sin éxito, si adecuadamente desliz por analizar con detalle la información obtenida.

La última vez que se vio a Ángeles Zurera con vida fue el 2 de marzo de 2008. Ese día había estado con su nuera de compras y, tras advenir toda la etapa de paseo, regresó a su casa. Se fue a la cama y a las 1.20 horas recibió una convocatoria de su exmarido, Manuel Reina, patrón de maquinaria pesada (excavadoras) y movimiento de áridos (cimentaciones, excavaciones), del que se acababa de separar. Estuvieron hablando durante dos minutos y medio.

Angelines salió con lo puesto; no se llevó ni el móvil ni las lentes; se fue sin mínimo de documentación y siquiera cogió mosca. Desde entonces, ya no se volvió a asimilar mínimo de ella. Los investigadores descartaron desde un primer momento una desaparición voluntaria.

Desde el principio, la investigación se centró en Reina. La mujer había decidido separse de él tras denunciarlo por malos tratos: fue condenado a nueve meses de mazmorra por la ataque cometida contra Zurera 12 días antiguamente de que desapareciera.

Búsqueda incesante

Los rastreos para dar con el cuerpo de Zurera se centraron desde el primer momento en lugares vinculados con el exmarido, como en la nave donde trabajaba Manuel Reina y todavía en el vertedero donde éste acudía a pincharse sus camiones de escombros sin resultado positivo.

Sin bloqueo, a lo prolongado de estos 16 abriles se ha peinado prácticamente el término municipal de Aguilar de la Frontera: buzos especializados se internaron en alpechineras cerca de Aguilar; todavía se rastreó en el interior de la lago de Zóñar; y máquinas excavadoras y personal voluntario rastrearon un amplio descampado en la antigua carretera que une Aguilar y Moriles, y se investigó en la propia casa del exmarido, donde se derribaron algunos muros.

Adicionalmente, se han rastreado más de 300 pozos, examinado fincas, eminente suelos y hasta utilizado un sónar, sin que, hasta la época, haya aparecido Angelines.

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