Con la presentación del verano, las playas de Málaga se llenan de turistas y malagueños que buscan suceder las holganza disfrutando del sol y el mar. Sin secuestro, una habilidad que se había convertido en habitual era la de dejar las sombrillas, sillas, y toallas para reservar un buen sitio en la playa y salir más tarde. En presencia de esto, la Policía Circunscrito de Málaga ha comenzado a tomar medidas drásticas para poner fin a esta costumbre, que ahora está prohibida en varios municipios de la costa malagueña.
Torrox, Vélez y Nerja
La medida de retirar las sombrillas y otros objetos sin dueño presente en las playas se ha prohijado con el fin de certificar que todos los que van a las playas tengan el mismo disfrute. Esto de «reservar» zonas con objetos personales ha sido criticada por muchos durante abriles, y al fin tiene la posibilidad.
En Málaga, las autoridades locales han puesto en marcha operativos en playas como Torrox, Vélez, y Nerja para poner en cobro sombrillas y sillas que se encuentren desatendidas. Así evitan que las personas se vayan a peregrinar o madruguen para dejar sus cosas en la playa durante varias horas.
Multas y pagos para recuperarlas
No cumplir con la norma puede resultar en sanciones considerables. En municipios como Torrox y Vélez, las multas por dejar objetos desatendidos en la playa pueden ascender a 300 euros. Es un precio sobrado elevado, sobre todo teniendo en cuenta que una sombrilla no sobrepasa los 30 euros.
Encima de la multa, los veraneantes tendrán que remunerar una tarifa para recuperar sus pertenencias confiscadas. En Vélez, esta tarifa asciende a 50 euros, mientras que en Nerja, los residentes y visitantes deberán desembolsar 30 euros para recuperar sus sombrillas. Estas tarifas están destinadas a cubrir los costes administrativos asociados con la recogida y almacenamiento de los objetos confiscados.