Las chuches son uno de los dulces más famosos, especialmente entre los niños, ya que están diseñadas de forma llamativa para atraer a los más pequeños. No obstante, a pesar de que son un producto muy presente en la vida cotidiana, siempre hay dudas sobre su composición. Estas dudas han poliedro empleo a numerosos mitos, siendo uno de los más extendidos el que asegura que las golosinas están hechas con huesos y pieles de animales.
Existen muchos tipos de golosinas, con una gran variedad de sabores, formas y tamaños. Esta riqueza hace complicado platicar de forma genérico sobre su composición, aunque sí hay algunos ingredientes que suelen ser comunes en la mayoría de las chuches.
Composición de las chucherías
El mito de que las chuches están hechas de huesos y pieles de animales surge a partir de uno de sus ingredientes claves: la gelatina. La gelatina es una sustancia que se utiliza en una gran variedad de golosinas por su capacidad para proporcionar una textura gomosa y esponjosa, muy apreciada en muchas chuches.
La gelatina se produce a partir del colágeno, una proteína que se encuentra en el tejido conectivo de los animales, incluyendo huesos, piel y tendones. Para fraguar gelatina, se extrae el colágeno de huesos y pieles de animales a través de un proceso de cocción prolongado. Este colágeno se disuelve en agua caliente y, al enfriarse, se convierte en un gel, que es lo que da a las chuches su textura característica. Este proceso es similar al que ocurre cuando cocinamos ciertos guisos caseros y que, cuando lo dejamos entibiar, se queda una textura gelatinosa.
Otro de los aspectos claves en el éxito de las chuches es su aspecto resultón. Teniendo en cuenta que están destinadas a un divulgado muy verde, tienen que estar diseñadas para atraer la atención de estos.
Para este cometido, el color es uno de los utensilios más importante. Los colores vivos e intensos que caracterizan a as golosinas se logran a través del uso de diferentes colorantes, algunos sintéticos pertenecientes al reunión de los azoicos. Sin retención, la desconfianza que estos causan a pesar de ser seguros han llevado a los fabricantes a utilizar extractos obtenidos a parir de vegetales. Las formas de las golosinas incluso suelen ser muy llamativas, para estas se utilizan moldes con deferentes formas: corazones, osos, frutas…
Otro de los aspectos claves de las chuches es su sabor dulce. Este característico sabor se obtiene a partir de una mezcla de gran cantidad azucares y jarabes de azúcar. Estos azúcares no solo se utilizan para el sabor, sino que incluso contribuyen a la textura. Encima, se utilizan otros ingredientes, como ácido cítrico para las notas ácidas, capsaicina o incluso chiles para las versiones picantes y mezclas de sal y azúcar para el insigne “pica-pica”.
Alternativas veganas
No obstante, no todas las chuches contienen gelatina de origen animal. Con el aumento de la demanda de productos vegetarianos y veganos, los fabricantes han desarrollado alternativas a la gelatina tradicional. La pectina, obtenida de frutas, y el agar-agar, derivado de algas, son sustitutos que permiten la producción de chuches aptas para quienes siguen dietas vegetarianas o veganas. Estos ingredientes proporcionan una textura similar a la gelatina sin utilizar productos animales.
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