el PP acusa al Gobierno de perseguir a agricultores engañados por inmigrantes de identidad suplantada


El conseller de Agricultura, Agua, Pesca y Ganado, Miguel Barrachina, ha denunciado ha recriminado al Gobierno porque los inspectores de Trabajo «vinieron a despabilarse esclavistas y encontraron héroes», en sugerencia a las multas de 12.000 euros a agricultores engañados por inmigrantes que habían falsificado su identidad para firmar contratos laborales.

«Ha habido un proceso premeditado de demonización de todo el sector primario» en la Comunitat Valenciana en las campañas de Inspección en el campo o en distintas regulaciones estatales y del Botànic, según Barrachina.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, han perseguido -a su juicio- a «clan que, perdiendo pasta, sigue manteniendo las huertas de sus padres y de sus abuelos», ha resaltado.

El titular de Agricultura ha criticado que desde Inspección de Trabajo «se ha venido preguntando al agricultor si el campo presenta alambradas, si el trabajador tiene magulladuras o golpes y si se le obliga a acostarse en el campo».

«Esa es la Inspección de Trabajo que se hace aquí. Si el agricultor es agresivo y tiene constantes cambios de carácter. Eso es lo que piensa el Gobierno de España de nuestros agricultores, de los valencianos. Y tuve la oportunidad de tachar a la responsable de la Inspección, a Les Corts Valencianas, a preguntarle, a posteriori de un año ofendiendo, insultando a nuestros agricultores, qué había antitético. Contó la verdad: que el nivel de honradez y de cumplimiento de nuestros agricultores es muy superior al del resto de sectores productivos», ha expuesto el conseller.

Barrachina ha señalado que «el proceso de demonización» a agricultores, ganaderos y pescaderos «ha sido el primer paso para a posteriori negarles agua y condiciones que merecen». Según Barrachina, se está produciendo un «proceso de éxodo» de agricultores y ganaderas a otras comunidades como consecuencia.

En ese sentido, ha asegurado que la Conselleria de Agricultura va a estar «contiguo a ellos», «multiplicando su actividad» desde una «audición activa» para que «todos los posibles que los valencianos invierten en agricultura, grey y en pescadores vayan amoldonado a lo que ellos estiman y no a lo que los políticos pretenden».

Igualmente a los cazadores

Barrachina ha señalado que esta «demonización» incluso lo han sufrido los cazadores en las regulaciones a su actividad. Así, ha defendido que «el cazador es el principal amigo de nuestro agricultor y siempre han convivido armónicamente y así debe ser».

En esa bisectriz, ha indicado que el Consell está trabajando para «allanar la actividad de la caza» y frenar «el crecimiento exponencial de una fauna salvaje, que debió ser en su momento abatida y que, desgraciadamente, el prohibicionismo del Botànic hizo que no se pudiese cazar».

El conseller ha destacado cómo, por ejemplo, «la sobreprotección ha arruinado» con la chiva hispánica, ya que al no abatirse los animales que estaban enfermos de sarna, esta se propagó y «ha arruinado con más del 90%» se su población.

Sobre si se está trabajando en ayudas directas a los cultivos dañados por la fauna más allá de las que ya se han valiente para la prevención, el conseller ha señalado que «hay ayudas paliativas» y que los seguros agrarios dan cobertura a algunas de estas pérdidas. No obstante, «la posibilidad pasa por frenar la proliferación», ha indicado.

«Desidia europea» frente a las plagas

Preguntado por la entrada de plagas en las de países terceros, el conseller ha criticado que, aunque «los puertos españoles lo hacen en común proporcionadamente», «hay zonas de Europa en las cuales no hay controles» y ha lamentado la «desidia europea».

Barrachina ha destacado que el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, «lideró» en Bruselas este abril el «combate» por la igualdad de condiciones y que «va a retornar ya con un parecer preparado y minucioso para que los europarlamentarios conozcan la situación» y se someta a votación que haya una recriprocidad en las exigencias a los países terceros en los acuerdos comerciales.

Acerca de la brecha entre las directivas europeas y las reivindicaciones de los agricultores valencianos, el conseller ha lamentado que «suele ocurrir un desconocimiento de la agricultura valenciana» y ha mostrado su rechazo a la puesta en marcha del cuaderno digital: «Estamos en contra. Vamos a tachar a la insumisión, es injusto pero parte de la desconfianza en el agricultor».

El conseller ha puesto el foco en que la época media de los agricutlores valencianos es de 65 primaveras. «Obligarles a que lleven cuadernos digitales cuando lo hemos hecho de forma sobresaliente es una crueldad. Se han desaliñado un 30% de nuestros campos y el exceso de burocracia hace un daño enorme», ha expuesto.

Así, ha insistido en que «la Comunitat valenciana será la última en aprobar ningún cuaderno digital». «Lo haremos por imperativo justo y seremos los más comprensivos con los agricultores porque son los de decano época», ha apostillado.

Cláusulas de salvaguarda

En cuanto a la protección de los productos valencianos frente a exportaciones de países terceros que bajan los precios en plena temporada, Barrachina ha reclamado al Gobierno de España que «cuando ese daño está acreditado apele a las cláusulas de salvaguarda», «cosas que no hacen aunque hemos reclamado en multitud de ocasiones».

Encima, ha defendido el beneficio ambiental de que los cultivos se localicen en la Comunitat Valenciana. «Es una obligación ética de todo valenciano, de todo alicantino, de todo castellonense revisar las etiquetas para asegurarnos de que ese producto (lo es), incluso pagando más, vale la pena», ha dicho.

Sobre si está a servicio de que se frene el acuerdo de Mercosur, Barrachina ha defendido que «la agricultura debe tener un trato específico en todos los tratados internacionales» pero que la Comunitat Valenciana «aspira a seguir vendiendo coches, azulejos, turrones, juguetes y muebles fuera», y «eso tiene una contrapartida». «No puedes designar el producto que quieres que entre y luego optar solo por aquello que te conviene no es practicable», ha opinado.

En ese sentido, ha defendido que lo que debe ocurrir son «las mismas reglas» y «los mismos filtros en las fronteras» en cuanto a tratamientos y la abandono de plagas . «Como valenciano, pienso en egregio y creo que, eso sí, exigiendo las mismas reglas, somos capaces de competir, como hemos hecho siempre, con resultados de éxito», ha zanjado.

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