Regular los pedidos para evitar el exceso de existencias, ajustar el precio de los productos con fecha de caducidad próxima y prescindir de ofertas y promociones para fomentar el consumo responsable. Estas son algunas de las estrategias con las que Mercadona combate el desperdicio alimentario.
La cadena presidida por juan roig lidera la cuota de mercado del sector de la distribución en España. Acerca de, Mercadona Sostiene que “trabaja diariamente para mejorar la gestión de sus tiendas y almacenes, para reducir el impacto ambiental de sus procesos”.
En este sentido, uno de los principales objetivos de la compañía es reducir el desperdicio de alimentos. Para ello, Mercadona explica que ha desarrollado “herramientas informáticas innovadoras para gestionar de forma eficiente los pedidos, las ventas y el control de stock”.
Mercadona se suma a la VI Semana contra el desperdicio alimentario liderada por el Asociación Española de Fabricantes y Distribuidores (AECOC)que se lleva a cabo del 25 al 30 de septiembre de 2023, coincidiendo esa semana con el Día Internacional de Concientización sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos.
Estas son algunas de las medidas contra el desperdicio de alimentos que Mercadona Aplica en sus tiendas:
Regular los pedidos para evitar el exceso de stock en almacenes y tiendas. Pedidos realizados desde nuestras tiendas a proveedores o almacenes diariamente, ajustando al máximo las existencias a la previsión de ventas.
Sin ofertas ni promociones. Mercadona fomenta el consumo responsable, que ayuda a ajustar las compras a las necesidades reales de los hogares y evitar así el desperdicio.
Ajustar el precio de los productos con fecha de vencimiento próxima. Mercadona fomenta la venta de productos frescos sobrantes y próximos a su caducidad ajustando su precio.
Donaciones a entidades sociales. La compañía colabora con más de 650 entidades sociales en España y Portugal a las que entrega diariamente excedentes no vendidos perfectamente aptos para el consumo.
Uso de productos no aptos para la venta. Los productos que no son aptos para su venta o donación a entidades sociales se entregan a gestores autorizados que los transforman en alimento para animales, fertilizantes o energía.