El mayor incendio en lo que va de verano en Castilla y León arrasa casi 300 hectáreas en Zamora


Cerca de 300 hectáreas de arbolado, pasto y cultivo reducidas a cenizas, un olor a humo que todavía impregna el bullicio, reproducciones que siguen siendo el «maduro peligro» y un susto, un gran susto, incluida la crimen de un hombre de 65 primaveras con patologías previas que sufrió un infarto durante el desalojo de Sejas de Aliste. Es lo que deja, por ahora, el que es ya el maduro incendio en Castilla y Audaz en lo que va de verano. Y de nuevo con la provincia de Zamora y la zona de Aliste, la cercana a la Guión con Portugal, como punto de ignición de un fuego que comenzó pasadas las cinco de la tarde en el monte en el término de Trabazos y al que las altas temperaturas, la sequedad y las fuertes y cambiantes rachas de rumbo contribuyeron a propagar a gran velocidad.

«En media hora», señalan los vecinos de Sejas de Aliste, la germanía de fuego se dirigía y acechaba a esta plaza de unos 130 habitantes, pero con más del doble ahora en verano. A cien metros de alguna casa se llegó a decidir un fuego que ha hecho despertar los memorias de los dos voraces incendios que hace en 2022 calcinaron más de 40.000 hectáreas en la cercana sierra de la Culebra.

Sejas de Aliste ha sido el núcleo que ha corrido maduro peligro, aunque se salvaba. Este domingo por la mañana un «aplauso» resonaba en el pabellón de Alcañices al memorizar que podían retornar a sus casas luego de una tinieblas que se había «muy larga» para los evacuados. Palmas de alegría y de «registro» a la calado de Cruz Roja y Protección Civil, encargados de desplegar el dispositivo y atender a los desalojados. En total, 143 personas –desde niños pequeños a mayores– tenían que ser atendidas en el pabellón municipal competente, por otra parte de en el albergue de peregrinos al que fueron trasladadas 23 más vulnerables o con problemas de movilidad y a la residencia de mayores (cuatro).

Camas, mantas, kits de higiene, provisiones, transporte… y apoyo psicosocial. El comparsa es esencia en estos momentos en los que todos llegan con «muchas dudas» sobre cuánto tendrán que permanecer ahí, cómo estarán sus casas, la comida, dónde tumbarse…. Una situación aún más «complicada», ya que la activación del dispositivo de atención por parte de Cruz Roja llegaba sobre las 20.00 horas, ya cerca de la tinieblas, aunque desde que comenzó a arder el monte estaban en preaviso, señala Raquel, de Cruz Roja Zamora.

«Ni un centímetro» más

Con la premura del desalojo, algunos sí acertaban a robar una maleta, pero hubo a quien ni siquiera le daba tiempo a coger los medicamentos, que igualmente se les han facilitado, así como atención a los animales de compañía que se habían manido obligados en Sejas.

Ya en la mañana de este domingo, tras una tinieblas en la que había sido difícil conciliar el sueño, de mucha ayuno y teléfono, las informativo eran más alentadoras. La cuesta de las temperaturas y el apaciguamiento del rumbo permitían al amplio dispositivo desplegado combatir desde el suelo –los medios aéreos no pueden trabajar sin luz solar– el avance de las llamas, centrándose en la «capital». Por la mañana, la incorporación de los helicópteros e hidroaviones propiciaba un «ataque más elocuente» en las zonas calientes, con los bulldozer centrados en seguir cerrando el perímetro, pegado a las cuadrillas por tierra en los puntos de difícil acercamiento.

Más de un centenar de personas estaban trabajando en el control del incendio, en el que han participado miembros del operante de la Asamblea de Castilla y Audaz, del Ocupación de Medio Medio ambiente, la Pelotón Marcial de Emergencias (UME) desplazada desde su saco en Audaz y la Diputación de Zamora. Por la tarde, una vez que el incendio estaba «completamente estabilizado» y «no» había renovador «ni un centímetro» a lo grande del día, comenzaban algunos efectivos replegarse.

Incluso los drones para detectar las zonas más calientes han ayudado al control de las llamas. Las reproducciones han sido el principal «aventura» y sobre el circunscripción continúan los trabajos para evitar que se avive de nuevo. El de Trabazos ha sido el primero que este verano ha aprehendido en Castilla y Audaz el nivel 2 del plan Infocal –en una escalera de 0 a 3– por la abandono a la que obligó y por el corte de carreteras, ya abiertas al tráfico, incluida la N-122 entre Alcañices y Portugal, en torno a la que discurrió en paralelo el avance del incendio. Sobre las seis de la tarde de este domingo, poco más de 24 horas luego de comenzar, Medio Medio ambiente rebajaba a nivel 1 de peligrosidad el incendio, una vez que ninguna población corría peligro y pasado el pico de temperaturas que podía propiciar las reactivaciones.

Incluso a ese umbralado de 2 llegaba el sábado el incendio manifiesto en Valverde de la Virginal, a poco más de diez kilómetros de Audaz haber. Devoró alguna construcción y la proximidad a la autopista AP-71 (Audaz-Astorga) llevó a elevar la peligrosidad, aunque en unas horas logró apearse a cero y al caer la tinieblas, aunque todavía seguía activo, ya estaba controlado.

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