Tomás, al darse cuenta de las intenciones del presunto ladrón, logró evitar el asalto. En ese momento, el atacante agarró un vaso de cristal desde una mesa cercana y tirado en la cara.
Tal y como publica ‘La Provincia’, el impacto se rompió la nariz de la víctima, provocando que cayera hacia atrás de la silla en la que se encontraba, golpeándose la cabeza contra la acera y perdiendo el conocimiento. La caída también provocó un fractura de cadera de Tomás.
El presunto agresor huyó rápidamente del lugar para evitar ser capturado, aprovechando que varios camareros Desde el establecimiento corrieron a auxiliar a su cliente.
Debido a la gravedad de las lesiones, Tomás fue trasladado inmediatamente al Hospital Universitario Insular de Gran Canaria. Allí tuvo que ser sometido a un cirugía para tratar la fractura de cadera y recibió siete puntos en la nariz.
Una semana después del ataque, Tomás sigue hospitalizado, luchando por recuperarse de las lesiones sufridas. Su hijo ha hecho un llamamiento público en busca de testigos que hayan presenciado los hechos y que puedan aportar pistas que ayuden en la captura del presunto agresor.