La Asociación Razón para la Vigilancia Civil (JUCIL) ha cuestionado la respuesta del Cuerpo tras el crimen de un chaval de 11 primaveras en Mocejón, Toledo. La asociación señaló que el incidente destacó “las deficiencias en la capacidad de respuesta” y “permitió al homicida huir, y hasta el momento, sigue sin ser capturado”. JUCIL ha pedido una consejo sobre el maniquí de seguridad en las zonas rurales.
En un comunicado, JUCIL criticó que, aunque se activaron dos patrullas (una desde Seseña, a 39 kilómetros, y otra desde una población cercana) y el Seprona desde Illescas, el tiempo de respuesta fue de 40 minutos, facilitando la huida del criminal. La asociación argumenta que el coetáneo despliegue de la Vigilancia Civil no garantiza la seguridad adecuada en los pueblos de España, como evidencian los recientes sucesos violentos en Toledo.
JUCIL subrayó que estos eventos revelan un “compromiso” de efectivos en muchas comunidades rurales. En el caso específico de la provincia de Toledo, se necesitarían al menos 200 guardias civiles adicionales para cubrir adecuadamente las deyección de seguridad.