Maria Branyas, la persona más anciana del mundo y la octava más longeva de la historia, falleció este lunes a los 117 abriles de permanencia en Olot. La catalana se encontraba en un delicado estado de salubridad en las últimas, como su propia comunidad había anunciado en su perfil en las redes sociales.
La Maria Branyas ens ha deixat. Ha mort com ella volia: mentre dormia, tranquil·la i sense dolor.
Fa uns dies ens deia:
“Un dia me n’aniré d’aquí. No tornaré a provar cafè, ni a menjar iogurt, ni a acaronar a la Fada…, deixaré també els meus records, les meves reflexions… 👇— Super Àvia Catalana (@MariaBranyas112) August 20, 2024
“Me siento débil. Se acerca la hora. No lloréis, no me gustan las lágrimas. Y sobre todo no sufráis por mí. Ya me conocéis, allí donde vaya seré acertado, pues de algún modo os llevaré siempre en mí”, tuiteó a primera hora del lunes. Branyas ya ha sido incinerada, tal como ha podido confirmar La Vanguardia.