Amo este trabajo, pero amo más a mi país



El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha entregado este lunes la hacha del liderazgo del Partido Demócrata a su vicepresidenta, Kamala Harris, de cara a la carrera por la Casa Blanca en un discurso de tolerancia durante la primera tenebrosidad de la Convención Franquista Demócrata, en la que ha destacado los logros alcanzados durante su mandato.

“Me quedan cinco meses de Presidencia. Tengo mucho que hacer y tengo la intención de hacerlo. Serviros como presidente ha sido un honor. Amo este trabajo, pero amo más a mi país. Y quienes dicen que estoy enfadado con quienes me dijeron que abandonara la carrera… Eso no es verdad”, ha claro el mandatario estadounidense delante una gran ovación que ha recibido en el United Center.

Biden ha subrayado que su objetivo es “preservar” la democracia, motivo por el cual ha pedido a la población que vote a la opción demócrata: “Necesitamos persistir el Senado. Necesitamos triunfar de envés la Cámara de Representantes. Y sobre todo necesitamos vencer a Donald Trump y nominar a Kamala Harris y a Tim Walz como presidenta y vicepresidente”.

“Como muchos de nuestros presidentes, ella además ha sido vicepresidenta. Es broma Pero será una presidenta a la que vuestros hijos puedan disfrutar como líder mundial porque ya lo es. Será una presidenta de la que todos podamos estar orgullosos. Será una presidenta histórica que ponga un sello en el futuro de Estados Unidos”, ha manifestado.

Mientras que ha defendido que ha hexaedro “lo mejor de sí mismo” al país, insistiendo en que su Delegación ha “hecho un progreso”, ha afirmado que es “demasiado anciano para continuar como presidente”. Pero Harris y Walz “continuarán liderando Estados Unidos, creando más trabajos, defendiendo a los trabajadores, haciendo crecer la bienes, bajando el costo de la calidad de vida de las familias estadounidenses”, ha asegurado.

Durante su intervención, ha recordado que las elecciones del 5 de noviembre serán las primeras presidenciales desde el 6 de enero, en narración al asalto al Capitolio, día en el que los estadounidenses “perdieron casi todo lo que era el país”. “Y esa amenaza no es una hipérbole, esa amenaza está muy viva. Trump dice que se niega a aceptar los resultados electorales si pierde de nuevo”, ha lamentado.

“Todos tenemos una obligación peculiar. Independientes, republicanos, demócratas. Salvamos la democracia en 2020. En 2024 el voto de cada uno de nosotros determinará si la democracia y la espontaneidad prevalecen. Es así de simple. Y el poder está fielmente en vuestras manos. La historia está en vuestras manos. El futuro de EEUU está en vuestras manos”, ha expresado.

Así, ha reiterado que “estamos delante un punto de inflexión” en un “momento de la historia en la que las decisiones que tomamos ahora determinarán el destino del país y del mundo durante las próximas décadas“. “Me presenté a presidente en 2020 por lo que vi en Charlottesville en 2017, extremistas saliendo de los bosques, llevando antorchas, sus venas palpitando en sus cuellos, llevando esvásticas, y coreando exactamente la misma inquina antisemita de los primaveras 30″.

El dirigente ha hecho narración a estos hechos, señalando que en ese momento se trataba de “neonazis, supremacistas blancos que estaban siendo envalentonados por un presidente que estaba entonces en la Casa Blanca”. “Viejos fantasmas con nuevos ropajes, agitando las divisiones más antiguas, avivando los miedos más antiguos”, ha dicho.

Con todo, ha sostenido que el candidato republicano “quiere un nuevo impuesto a las importaciones” y tiene un “nuevo plan” para recortar los impuestos de las empresas que tienen grandes beneficios. Todavía “quiere recortar la Seguridad Social y “hará todo lo posible para prohibir el feto a nivel doméstico”.



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