Tras ser detenido como supuesto autor del crimen del criatura de 11 primaveras en Mocejón, Toledo, el mozo de 20 primaveras imputado de matar a Mateo ha recibido la entrevista de su padre. La grupo del detenido señala que el mozo tiene una discapacidad psíquica del 70%. El padre ha defendido a su hijo en presencia de los medios de comunicación. Contaba que vivía una vida corriente sin causar problemas.
“No había tenido problema nadie. Toda la vida por ahí, por el campo que le gusta pasear y nunca había tenido problemas hasta ahora”, defiende. Ahora serán los jueces los que valoren la condición del mozo de 20 primaveras detenido por el crimen del pequeño de 11 primaveras en la entrada toledana.
El padre insiste en la discapacidad de su hijo, per agrega que “no toma terapéutica”, que su hijo “está muy sano”. El detenido confesó a las autoridades suceder cometido el crimen. El imputado vive en Madrid inmediato a su mama, pero estos días estaba en Mocejón, con la grupo paterna. La investigación para esclarecer el móvil del crimen continúa y sigue bajo secreto de sumario.
Continúa la búsqueda del pertrechos del crimen. En Mocejón, durante este miércoles será enterrado Mateo. Flores y velas le recuerdan a las puertas del polideportivo donde el pequeño de 11 primaveras fue apuñalado. El supuesto diabólico ha pasado su segunda tenebrosidad en la Comandancia de la Municipal Civil de Toledo a la dilación de su pase a disposición jurídico.
Mateo murió este domingo tras ser agredido con un objeto punzante a las 10:00 horas mientras estaba jugando con otros compañeros en el campo de fútbol ‘Atractivo Tardío’ de la entrada toledana de Mocejón. Inmediatamente, se desplazaron hasta la zona médico de urgencias, un helicóptero taza y una UVI, que tan solo pudieron certificar su fallecimiento.
El detenido fue identificado gracias a las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del polideportivo y de las urbanizaciones cercanas. La Municipal Civil no tardó en localizarlo, y en menos de un día, lograron arrestarlo.
Las autoridades han registrado tanto la vivienda de su padre como la de su abuela en averiguación de pruebas. Según fuentes cercanas a la investigación, tras cometer el crimen, el mozo regresó a la casa de su abuela, donde se cambió de ropa y luego, como si ausencia hubiera pasado, asistió a ofrenda. Algunos vecinos presentes en la iglesia describen al mozo como “inquieto y muy nervioso” durante el acto. En el registro de la vivienda los agentes encontraron la ropa con la que había cometido el crimen. Han hallado restos biológicos que ya se están analizando.
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