El Congreso de los Diputados culmina su maniobra para recortar poder al Senado. Al partir de ahora, la Cámara Incorporación ya no tendrá concesión para poder rechazar los objetivos de estabilidad presupuestaria y deuda pública -conocido como techo de gasto-, cuya aprobación es esencial para sacar delante los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
Para ello, el Gobierno vuelve a representar por la puerta de detrás y cuela una reforma intrusa en la recién aprobada Ley Orgánica de Representación Paritaria y Presencia Equilibrada de Mujeres y Hombres –la denominada Ley de Paridad, que el Congreso ha admitido de forma definitiva este martes por la tarde con 178 votos a protección, 171 en contra y ninguna privación– con el criterio de los letrados de la Cámara Mengua en contra, quienes advirtieron de que el cambio era «inconstitucional», ya que la reforma no guarnición relacón alguna con la iniciativa legislativa que se tramita.
La votación del conjunto del juicio en la Cámara Mengua pasó al Senado, donde el PP hizo regir el pasado miércoles su mayoría absoluta y tumbó esta reforma ‘contra naturaleza’ que ayer recuperó el Congreso.
Con la modificación del artículo 15.6 de la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, los socialistas se garantizan poder aprobar la senda de défitit, que el Partido Popular ha tumbado hasta en dos ocasiones este año y que es un trámite fundamental para poder sacar delante las cuentas. Es afirmar, que si la Cámara Incorporación los rechaza, ahora Pedro Sánchez podrá aprobarlos en segunda envés y con mayoría simple en el Congreso en oportunidad de devolverlos al Gobierno para que elabore unos nuevos, como ocurría hasta ahora.
«Desvío legislativa»
El PP, que trató de paralizar la reforma desde un principio presentando un escrito de recusación que fue rechazado en su día por la Mesa del Congreso, ha vuelto a encuadrar la Ley de Paridad de «perversión» porque es el claro ejemplo de «cómo cambiar una buena directiva europea en otra de sus chapuzas legislativas» «Señora ministra, ha sacrificado un gran consenso en materia de Igualdad para perseverar a su superior en el sillón», le ha recostado en cara la diputada popular Patricia Rodríguez a la titular de Igualdad, Ana Claro.
Vox asimismo se ha opuesto a la norma. El de Sánchez, ha dicho su dipuada Rocío Aguirre, es un Gobierno que «cuando encuentra un impedimento, retuerce lo que haga desatiendo, incluido el espíritu mismo de las leyes, para acumular poder y más poder» mientras se «camelo de todos los españoles» y «pone en peligro la democracia».