Prisión para un grupo itinerante que robaba en domicilios pillado en Valladolid


Fue ver a los policías que estaban preciso en ese momento en una intervención a pie de calle en Valladolid renta y arrojar un objeto entre los matorrales. La influencia no pasó desapercibida a los agentes, que rápidamente fueron a ver qué era lo que la pareja había tirado: un estuche de varillas metálicas metálicas y un calcetín en cuyo interior llevaban cabezales maestros de llaves de hongo de domicilio.

Piezas que hicieron saltar las sospechas de los policías, pues son las habituales utilizadas para los robos con fuerza en viviendas, en concreto con el conocido como método ‘impresioning’. Así que decidieron identificar y realizar un cacheo superficial de seguridad.

Y, ahí, más piezas que elevaban aún más las alertas de los agentes de la Policía Municipal de Valladolid. El hombre y la mujer fueron detenidos como presuntos autores de robo con fuerza. Ya en la Comisaría de la Policía Franquista, el montón especializado en este tipo de infracciones penales localizó e identificó a los propietarios de lo robado. Y no se descarta que se les puedan imputar más casos, transmitido que se trataba de un montón itinerante «especializado».

Los arrestados estaban de paso por Valladolid cuando han caído. Se trataba de un montón itinerante que en esa medianoche del 17 de agosto, por un aire que no pasó inadvertido para los agentes ha completo entre rejas. Y es que tras ser detenidos y producirse por Comisaría, el Tribunal de Instrucción en funciones de escolta de Valladolid que decretó su inmediato ingreso en prisión.

Su modus operandi siempre era el mismo: actuar en domicilios cuando sus moradores no estaban en el interior, haciéndolo con «gran especialización», siendo «capaces de irritar y franquear cualquier tipo de cerradura que presente el inmueble», según han señalado desde la Policía. Para ello utilizaban distintas técnicas de tolerancia como el ‘ganzuado’, el ‘bumping’ o el «impresioning’ de modo que lograban obtener a las casas sin síntomas aparentes de fuerza, no causando graves daños en la cerradura, pudiendo retornar a ser utilizadas con su clave correspondiente en la mayoría de los casos, y no despertando ni las sospechas de los vecinos de que los cacos habían pasado por la casa de al banda, cuando sus inquilinos estaban normalmente de asueto.

Antiguamente del robo, ya lo tenían preparado, pues solían marcar las puertas con un testimonio o marcaje, consistente en un hilo fino de pegamento entre el ámbito y la puerta, colocado en la parte depreciación o en la parte incorporación de la misma, con la finalidad de no ser conocido.

Tres grupos ya arrestados este verano

Cuando fueron pillados en Valladolid, adicionalmente, igualmente tenían su poder tres llaves de domicilio y de un transporte, dos teléfonos móviles, 136 euros en efectivo y considerable material para el robo en viviendas, como cabezales maestros de llaves de hongo de domicilio, una mordaza de metal para método ‘impresioning’ de duplicado de clave, un rebote de rabo de pegamento. Y la registro de objetos presumiblemente de otros robos no acaba ahí: varias pulseras de oro, 11 collares, un pastillero de oro, cuatro relojes, dos pasadores de corbata, dos pares de broches, seis colgantes, 15 pendientes, tres anillos… Todo valorado por más de 5.000 euros y de «valencia sentimental» para sus propietarios, según han destacado de la Policía.

Gracias a la denominada ‘Operación Espita’ en la que actúan de forma coordinada con Policía Franquista y Municipal, en lo que va de verano este 2024 ya han sido detenidas seis personas como integrantes de tres grupos organizados de carácter itinerante dedicadas al robo en domicilios. Todos han sido enviados a prisión.

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