El Hospital Reina Sofía incorpora un soporte ventricular para sus corazones artificiales


El Hospital Universitario Reina Sofía cuenta desde hace un año con un nuevo dispositivo que sustituye la función del corazón de niños y niñas con insuficiencia cardiaca terminal y aporta asaz más autonomía que los equipos que se venían usando. La auxilio ventricular (más conocida como corazón industrial) es la única alternativa que permite a estos pacientes tolerar la aplazamiento, asiduamente muy prolongada, hasta el tratamiento definitivo que es el trasplante de corazón.

El centro cordobés ha sido el segundo del país en incorporar este nuevo soporte (el primero fue el Hospital Universitario La Paz de Madrid), que incluye otras importantes mejoras para los y las pacientes. Hasta su adquisición, el centro cordobés usaba dos equipos extracorpóreos de gran peso y tamaño (unos 80 kilos), características que limitaban significativamente la movilidad de niños y niñas. En cambio, el nuevo equipo pesa más o menos de 9 kilos y posibilita que quienes se conectan a él puedan descansar mejor, ir al baño solos e, incluso, salir a los exteriores del hospital, poco fundamental si se tiene en cuenta que suelen estar conectados semanas y meses.

Primera paciente

El dispositivo novedoso fue utilizado por primera vez en el Hospital Reina Sofía en una pupila de 11 abriles con una cardiopatía compleja, que previamente se había sometido a numerosos procedimientos percutáneos y quirúrgicos en su hospital de origen. Para su implante, es necesaria la intervención de un equipo multidisciplinar en el que participan Cirugía Cardiovascular, Cardiología Pediátrica y de Adultos, Intensivos Pediátricos, Inconsciencia Pueril, Pediatría y perfusionistas y personal del pedrusco quirúrgico, fundamentalmente.

La cardióloga pediátrica Elena Gómez señala que, «tras estudiar el caso, se descartó la cirugía cardiovascular convencional y se indicó el trasplante como única alternativa terapéutica. Teniendo en cuenta que la situación clínica que presentaba y la propia cuerpo de la cardiopatía complicaban extremadamente la realización del trasplante, optamos por la auxilio ventricular no convencional y realizamos una serie de ampliaciones en los vasos a los que tiene que ir conectado el corazón trasplantado, con la intención de disminuir en el futuro el tiempo de isquemia del deseado trasplante», señala la cardióloga.

Por su parte, el patrón de la Pelotón de Cuidados Intensivos Pediátricos, Ignacio Ibarra, apunta que el soporte «permitió mejorar la situación basal de la paciente para afrontar el trasplante con más garantías de éxito -tal y como sucedió- y asumimos un batalla añadido, pues tuvimos que adaptarlo a las características del corazón univentricular que presentaba la beocio».

Los menores que se conectan a este novedoso equipo requieren de un puritano seguimiento. «Durante este periodo están ingresados en la UCI Pediátrica, con monitorización constante del funcionamiento del dispositivo, de la terapia de anticoagulación, de su situación neurológica y de la progreso de las heridas quirúrgicas, entra otras. La estancia se suele prolongar meses, lo que hace que se establezcan lazos afectivos muy estrechos con pacientes y familiares», aclara el doctor Ibarra.

Un proceso confuso

Finalmente, el cirujano cardiovascular, Carlos Merino, referente en la implantación del corazón industrial, destaca la complejidad de la cirugía que hay que sobrellevar a extremidad para la colocación del dispositivo. «Son pacientes muy frágiles que, en la mayoría de los casos, se han sometido previamente a intervenciones para tratar de recuperar una adecuada circulación. Lo que conseguimos con el implante es que éste realice parte de las funciones que el corazón hacía de forma deficiente o que no podía desarrollar y esto había ocasionado otras lesiones o disfunciones».

Adicionalmente de esta primera paciente, el dispositivo se ha usado en tres ocasiones más en el Hospital Reina Sofía. El nombre técnico de este soporte extracorpóreo es consola ACTIVE para el control del dispositivo EXCOR. El Hospital Reina Sofía inició su singladura en el uso de los soportes ventriculares externos hace 15 abriles y es el único centro andaluz donde se llevan a extremidad trasplantes infantiles de corazón.

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