Ser religiosa, en ocasiones, no es sencillo. Hay mujeres cuya fertilidad no les permite tener hijos de guisa sencilla y que, luego, tienen que acudir a otros métodos. Lo peor de todo ello, es la dificultad que, en ocasiones, se presenta al realizar este proceso por la seguridad social. Por eso, muchas de esas mujeres acuden a clínicas privadas.
Un proceso que, a algunas, les ha tomado hasta tres primaveras con tratamientos duros, a veces muy largos y, sobre todo, costosos. Hablamos de la historia de mujeres como Teresa, Ainhoa y Alicia. Tres mujeres a las que les une un objetivo: ser madres. Teresa cuenta que en la seguridad social “hay mucha registro de retraso”. Lo aprobar Alicia, que asegura que ha perdido “hasta tres primaveras en la seguridad social” y señala tener tenido “solo un tratamiento”.
Por otro flanco, Ainhoa no ha dudado, y ha optado por asistir a una clínica privada: “Tenemos que acudir a clínicas privadas por las carencias de la seguridad social”.
Las tres se han sometido a procesos largos y duros. De hecho, en ocasiones, los mismos tratamientos fallaban y tenían que comenzar otro nuevo. Así durante primaveras. “He sufrido mucho y mi marido todavía”, “lo he pasado muy mal”, aseguran estas mujeres afectadas por la dificultad de ser madres.
Un coeficiente que les preocupaba: el tiempo. Por eso, muchas han optado por asistir a esas clínicas privadas. Teresa lo consiguió a sus 48 primaveras, con la arribada de Martina. Llevaban 20 primaveras intentándolo: “En total me he empleado 189 mil euros, trabajando de lunes a domingo, día y confusión”.
Ainhoa consiguió todavía quedarse grávida posteriormente de siete tratamientos: “Tuve que hacer muchos parones, porque tuve que pedir ayudas”.
Alicia, por su parte, llevaba ocho primaveras intentándolo en una clínica y por fin lo ha conseguido, está embarazado, pero ha tenido que volver ya unos 20.000 euros. Señala que ahora tienen que “asomar a librarse. “Se nos han ido todos los ahorros”, cuenta.
Retraso en la maternidad y menos bebés
La demografía es poco que preocupa en España, ya que lleva en descenso un desprendido tiempo. Adicionalmente, cada vez más mujeres optan por tener hijos a edades más adultas, esto puede ser un problema, ya que la probabilidad de quedarse grávida a partir de los 35 es de un 20% y a los 40 un 5%. Casi un 40% de las mujeres tienen su primer hijo cuando ya han cumplido los 38 y más del 11% de los bebés que nacen cada año, llegan al mundo gracias a técnicas de reproducción asistida.
Hace unos meses, la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) presentó en colaboración con la Sociedad Española de Ginecopatía (SEGO), y la Sociedad Española de Medicina de Grupo y Comunitaria (SEMFYC) en el Senado una hoja de ruta para mejorar la fertilidad y la fecundidad de los españoles.
En este caso, se puso de manifiesto la carencia de que se ponga la demografía y la comunidad en el primer plano de las políticas públicas españolas, como una cuestión de país.
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