«No sabía ni quién era ni dónde estaba»


Juan Francisco ha pasado su primera oscuridad en el centro penitenciario de Ocaña I. El supuesto dañino del inmaduro Mateo el pasado domingo en Mocejón, donde murió salvajemente apuñalado, llegó ayer procedente de Toledo. Un árbitro acordó la prisión preventiva sin fianza y tuvo que entrar por una puerta adyacente, porque en la principal había muchos medios de comunicación.

Internamente lo esperaban y el médico de la calabozo examinó inmediatamente al pequeño, de 20 primaveras. Quedó ingresado en la botiquín desorientado completamente, «sin entender quién era ni dónde estaba».

No estará en una celda individual, sino que seguramente pasará los días en una colectiva con internos de confianza. Ellos lo vigilarán de día y de oscuridad por si le da por hacer alguna imprudencia, aunque esos reclusos igualmente están en peligro.

Encima, estará controlado por el médico, los enfermeros y los funcionarios de la prisión que trabajan en este espacio inodoro. Juan Francisco está una zona muy segura, donde no tendrá contacto con los internos más peligrosos, aunque podría oír los gritos que salgan de las ventanas que den al patio donde este muchacha camine.

En este centro penitenciario está el Software de Atención a Internos con Enfermedad Mental serio (Paiem), donde Juan Francisco podría ser incluido luego de una valoración por parte del personal de la calabozo. Encima, en las próximas semanas, forenses del chancillería irán a la prisión para evaluar al recluso, normalmente la psiquiatra, que es quien perita.

Si el supuesto dañino del inmaduro de 11 primaveras fuera incluido en ese software, tendría unas actividades adaptadas y sería atendido por personal especializado, como un médico, una trabajadora social, un educativo, una psicóloga y un jurista, encima de los funcionarios de prisiones que quieran participar voluntariamente. «Todo está en un espacio diferente para tener un poco más de cuidado con estos reclusos», explican a torrevieja news today fuentes que conocen ese circuito. «Se comercio de que los internos con enfermedad mental estén siempre atendidos de una forma específica y continua», añaden.

Las cámaras de seguridad han sido determinantes para el esclarecimiento de este caso. En el paseo de los Molinos, que conduce al polideportivo donde ocurrió el crimen la mañana del domingo, dos cámaras graban a Juan Francisco antiguamente y luego del crimen.

En el vídeo de una cámara privada se ve claramente al supuesto dañino subir a pie cerca de el campo de fútbol, porque camina por la misma bordillo donde está el dispositivo. Lleva en el cuello como un pañuelo a modo de babero.

Las zapatillas negras

Luego, según la investigación, rodeó el polideportivo para entrar por uno de los numerosos agujeros en las alambradas. Tras el ataque embozado con el pañuelo, salió del campo por otro agujero adyacente al tanteador y huyó corriendo por un camino paralelo al canal de riego, hasta que llegó al cruce con el paseo de los Molinos. A esa consideración, una cámara municipal graba sus piernas, de rodilla para debajo, y sus zapatillas deportivas negras con el perfil blanco. Lleva el pañuelo en una mano.

Sobre el arsenal homicida, de unos 11 centímetros de hoja y 1,5 centímetros de satisfecho, las muestras recogidas en el cuchillo de carne han sido enviadas al Instituto Doméstico de Toxicología para analizar los restos biológicos humanos encontrados. Ahora serán cotejados con el ADN de Mateo y los resultados se podrían conocer en el interior de varias semanas. Sucederá igualmente con las muestras recogidas en la ropa que Juan Francisco llevaba el día del crimen y que metió en la lavadora de la casa de su abuela. El caso de Mateo es prioritario.

Veinticuatro horas luego de que su víctima recibiera sepultura en el cementerio de Mocejón, Juan Francisco salió ayer de los juzgados camino de la calabozo pasadas las dos de la tarde. El árbitro había decretado su ingreso en prisión. Llegó a los juzgados a primera hora procedente de la Comandancia de la Patrulla Civil de Toledo,. El furgón que lo llevaba tardó cinco minutos en aparecer por la calle Descenso de Bardones para entrar por el aparcamiento del palacio de Ecuanimidad. Para entonces, ya se había eminente el secreto sobre el procedimiento legislativo.

En principio, el detenido iba a comparecer en el chancillería de cuidado, el número 1, pero el árbitro del 3 prefirió tomarle información porque se encontraba de cuidado el domingo, el día que ocurrieron los hechos, y hoy no estaba de receso.

Entender y ser entendido

Antaño de su información, el árbitro instructor solicitó un mensaje a un médico forense del Instituto de Medicina Reglamentario de Toledo, cuya sede se encuentra a 200 metros. El padre de Juan Francisco había dicho que su hijo tiene diagnosticada una discapacidad intelectual del 70 por ciento, por lo que se hacía necesaria esa valoración. El resultado determinó la privación de soportar a parte un interrogatorio adaptado «a su situación de discapacidad», tal y como recoge el artículo 109 de la Ley de Opinión Criminal, según explicaron fuentes del Tribunal Superior de Castilla-La Mancha.

Entonces, una profesional asistió a Juan Francisco para ayudarle a entender y ser entendido. Sin incautación, siguió la indicación de su defensa y se acogió a su derecho a no decidir.

Aunque no estaba incorporado el mensaje de la necropsia, el árbitro informó de que Mateo había recibido doce puñaladas, algunas de ellas en el tórax y en la región dorsal, aunque este cifra no aparece en las actuaciones. El fiscal solicitó la prisión provisional y la defensa se opuso a esta medida por no suceder motivos suficientes, a su motivo, para creerle criminalmente responsable del crimen. No obstante, ofreció como alternativas el internamiento terapéutico en un centro inodoro o el cumplimiento en su propio domicilio por motivos de vigor.

Encima de la prisión preventiva, el árbitro acordó igualmente pedir parecer forense sobre la imputabilidad del muchacha, que deberá realizarse durante la instrucción del procedimiento legislativo. Hay en España dos hospitales psiquiátricos penitenciarios, uno en Sevilla y otro en Alicante, donde con el tiempo podría ir el supuesto dañino de Mateo hasta que llegara el motivo con tribunal.

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