Vox se querellará contra el presidente del Parlament por impedir a los Mossos el registro de la Cámara


Rull puso pegas a que la policía catalana buscase a Puigdemont el día previo de su reaparición

Rull, unido a Puigdemont, el día de la reaparicón del segundo en Barcelona afp

Àlex Gubern

El orden de Vox en el Parlamento de Cataluña está preparando una querella contra el presidente de la Cámara por su comportamiento en los días previos a la investidura de Salvador Illa y el retorno, y huida, del expresidente Carles Puigdemont.

El anuncio de Vox, comunicado por Ignacio Garriga en X y confirmado a torrevieja news today por el partido, se produce posteriormente de conocerse el contenido del referencia remitido por los Mossos d’Esquadra al árbitro Pablo Llarena para dar cuenta de la diligencia de la policía catalana durante el 8 de agosto.

En dicho referencia, los Mossos explicaron que el día previo pidieron la entrada al Parlament, pero que les fue denegada. Primero porque el Parlament pidió que fuese el comisario director el que formalizara la petición por escrito, luego reclamaron que la comunicación se le entregara al presidente Rull en persona y por posterior, negaron el entrada «porque no había personal profesional adecuado» para el séquito de los policías.

Para Vox, «el presidente del Parlament ayudó a huir a Puigdemont dificultando la entrada de los Mossos al Parlament. Rull puso por encima sus intereses políticos a sus obligaciones institucionales. No es digno del cargo que ostenta. Lo sentaremos en los tribunales». La querella de Vox se sumaría a la ya presentada por Hazte Oír por el mismo motivo en presencia de el TSJC.

Precisamente, hoy mismo, el presidente Rull ha calificado de inaceptable que el referencia de los Mossos d’Esquadra por «cuestionar la profesionalidad, el rigor de los trabajadores» de la Cámara catalana. En declaraciones este viernes antaño de participar en la clausura de la Universitat Catalana d’Estiu (UCE), Rull ha agudo que «hay determinados utensilios que simplemente no son ciertos, en otros hay imprecisiones y en otros se entra en un demarcación que es inaceptable». «No es aceptable que se hagan valoraciones sobre la posición política de los empleados del Parlament», añade.




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