Las diferentes denominaciones de origen de la provincia se enfrentan a una creciente preocupación por la desatiendo de temporeros durante la temporada de vendimia. A medida que se acerca la cosecha, numerosos viticultores locales han expresado su inquietud por la escasez de mano de obra acondicionado para realizar las labores de monasterio de la uva. Este adeudo de trabajadores es atribuido a diversos factores como el envejecimiento de la población circunscrito sin licenciatura generacional, la desatiendo de universitarios por el temprano inicio de las clases y la prohibición de consumir a familiares o amigos en la monasterio de la uva. Por otra parte, en los últimos abriles han cambiado el propio tipo de cosechas, ya que las pequeñas explotaciones han entregado motivo a grandes bodegas con amplias extensiones de viñas.
La Denominación de Origen Valdeorras ha sido la primera en comenzar con la vendimia. La próxima semana empezarán con el obeso de la campaña, y buscan soluciones urgentes para mitigar este problema, incluyendo la contratación de trabajadores de otras regiones, constatando la presentación de temporeros de otras zonas de España, Europa del Este y además Latinoamérica. La mayoría llegan a través de empresas de trabajo temporal a la zona.
Delante esta falta, desde la D.O. Valdeorresa explican que la adversidad se transformó en una virtud en la región, ya que ahora pueden trabajar la uva en el momento exacto de maduración permitiendo vinos de más calidad.
Así lo detalló Jose Ramón Rodríguez Castellanos, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Valdeorras: “Hay que ir con los tiempos. Lo que nos demanda el mercado gremial los viticultores y bodegueros no lo tenemos en la zona. Tenemos que buscarnos la vida para que la uva sea recogida en el momento idóneo”. Incluso recordó que la desatiendo de estudiantes a comienzos de septiembre coincide con el inicio del curso en la mayoría de universidades y lancha al sector adecuado a que no están disponibles para trabajar. “Antaño se sacaban un extra. A los universitarios por principiar las clases les es inalcanzable que hagan la vendimia. En la primera semana de septiembre empiezan las clases”, dijo.
Por otra parte Rodríguez Castellanos, que además es directivo de la Bodega Joaquín Rebolledo, subrayó que hay empresas, tanto en la comarca de Valdeorras como en Galicia, que se adelantaron a la hora de inquirir a trabajadores para el mes de las vendimias en la zona: “Hay empresas que surgieron viendo el hornacina de mercado que dan servicio a toda la comunidad. Al final sale un poco más caro pero da el servicio”.
En la misma fila se posiciona el técnico de la D.O, Valdeorras Santiago Pérez. “Hoy las vendimias se hacen con la mano de obra externalizada, es uno de los problemas, pero eso nos ha permitido que si antiguamente empezabas una viñal recogiendo la uva con 12 grados y terminabas con 14 grados, ahora se recoge muy rápido. Puedes incluso suavizar la uva y conservarla mejor”.
Ribeiro
Por su parte, el pleno del Consello Regulador da Denominación de Orixe Ribeiro ha fijado por primera vez el inicio oficial de la vendimia, que hasta ahora se hacía según el criterio de cada bodeguero, para el próximo lunes. Sin confiscación, solamente está previsto que empiecen ese día un par de bodegas, mientras otras han decidido esperar algún tiempo más como es el caso de Viñedo Costeira, la cooperativa que aglutina a gran parte de los viticultores de esta denominación, y que todavía no tiene confirmada la plazo.
Este año se ha vuelto a notar la escasez de temporeros, igual que ocurre en otras zonas como Valdeorras, y por ello son muchos los productores que recurren a las empresas de trabajo temporal que les facilitan cuadrillas de inmigrantes con las que completan el cuadro de vendimiadores que necesitan, por otra parte de los escasos contratos que formalizan con personal del entorno.
Otra medida con la que algunas bodegas intentan ocultar el problema es con la mecanización de la vendimia, aunque por el momento supone un pequeño porcentaje del trabajo porque sólo se puede utilizar la maquinaria en grandes superficies y el Ribeiro si por poco se caracteriza es por los minifundios. En estas fincas pequeñas, las máquinas no disponen de espacio suficiente para maniobrar.
Viñedo Costeira, por ejemplo, solamente tiene mecanizadas un tercio de sus fincas y solamente ocho socios recurren a este método, según apuntaba el presidente, Andrés Rodríguez. Esta bodega necesita, distinto de sus propios trabajadores, un centenar de vendimiadores, pero “en los últimos abriles solo podemos disponer de la fracción”, señala. De esta forma, declara que por ese motivo “recolectamos ahora la fracción de kilos que recogíamos hace 15 abriles en el mismo número de días”.
Monterrei
Aunque el año pasado la vendimia comenzó temprano en la Denominación de Origen Monterrei, este año finaliza agosto sin plazo definida. Su presidente, Jonatás Gago, destaca la calidad de la uva: “Os meses de xuño e xullo tiveron temperaturas máis baixas, pero a uva está moi sana e espectacular”.
La mecanización de las viñas ha facilitado la vendimia en este circunscripción vinícola. Gago resalta que “as máquinas traballan 24 horas, facendo o traballo de 70 vendimadores, e permiten que a uva entre coa temperatura óptima”. Las bodegas en muchos casos alquilan este tipo de maquinaria e incluso así llegan a aminorar el coste.
Aunque solo un 20 por ciento del viñedo es mecanizable, esta es una gran ayuda y con ello la denominación de origen de Monterrei cubre la cosecha con vendimiadores locales y del meta de Portugal, sin apelar a empresas de trabajo temporal que les proporcionen cuadrillas de vendimiadores.
Por otra parte, se beneficia de las dos subzonas que inician la vendimia en fechas distintas, ofreciendo un resolución de decano duración a los trabajadores del entorno, al poder explotar la vendimia de la zona del valle y de la más montañosa.
Las propias bodegas son las encargadas de contactar con los vendimiadores, según explica su presidente Jonatás Gago.