Estados Unidos y mercados clásicos europeos llevan al turismo extranjero en Córdoba al fin a cifras superiores a 2019


Estados Unidos y mercados clásicos europeos ejercen de tren del turismo extranjero, que, al fin, está logrando pasar en Córdoba los niveles de 2019, entrenamiento previo al Covid. Eso sí, el aumento es modesto, ya que fallan Francia, el tradicional anciano confluente, y Asia. De acuerdo a la explotación estadística que hace la Trabazón de la Averiguación de Ocupación Hotelera (EOH) del INE -ayer se publicaron los datos de julio-, en la provincia en los primeros siete meses se contabilizaron 291.578 viajeros foráneos que se quedaron en este tipo de alojamientos -incluye además las pensiones y fondas-.

Esa emblema supera en un 1,6% a la registrada en el mismo periodo de 2019 (286.930), antiguamente de que el coronavirus irrumpiera y cuando la arribada de visitantes a nuestra tierra parecía no tener techo. No es un aumento decidido pero son cifras positivas, porque 2023 se cerró aún con retroceso de los viajeros hoteleros llegados de fuera de nuestras fronteras respecto a la época previa a la pandemia (-12,1%).

El crecimiento registrado por estos lares, eso sí, palidece comparado con el rematado en España, donde hasta julio el número de visitantes extranjeros engorda un 7,2% respecto a hace un quinquenio. La subida de los turistas foráneos tiene un plus más para la provincia. Y es que son los que tiran de la mejoría en la comparativa con 2019. Porque los nacionales son los que sufren ahora un retroceso: caen un 11,4%.

El principal protagonista de ese incremento de los extranjeros es Estados Unidos. El número de visitantes de ese país que hicieron tinieblas en hoteles de la provincia en los siete primeros meses se situó en los 33.348. Fueron 6.567 más que en 2019, con lo que el estirón fue del 24,5% -se queda, eso sí, por debajo del que experimentó este colectivo en su arribada a España: 35,2%-. Y este mercado ya había cedido alegrías a Córdoba en 2023, cuando su emblema de visitantes creció casi un 4% en comparación con la época previa a la pandemia.

Como en el conjunto del pasado entrenamiento, Estados Unidos vuelve a vivir el segundo puesto del ranking de mayores afluentes de turistas hoteleros. Un negociador benévolo para la arribada de estos viajeros procedentes del otro banda del charco es la reactivación desde el 2 de mayo del planeo directo que enlaza el aeropuerto de Málaga directamente con Nueva York. Se puso en marcha un mes antiguamente que en 2023 y ahora la frecuencia es diaria -el año pasado eran tres de ida y otras tantas de envés a la semana-. Estará operante hasta finales de septiembre.

En el crecimiento del segmento de viajeros extranjeros -especialmente, valorados por su poder adquisitivo-, juegan un papel relevante mercados clásicos europeos, que siempre están entre los de más peso para Córdoba. Son Italia, Alemania y Reino Unido.

Las sombras están en el principal confluente de visitantes, Francia (-13%), y en los países de Asia, como Japón (-38%)

Desde la nación transalpina, llegaron de enero a julio 26.731 turistas que se alojaron en hoteles, hostales y pensiones. Fueron, en números redondos cinco millares más que en los primeros siete meses de 2019, lo que supuso un incremento del 23,7%. Italia repite la posición con la que cerró 2023: es el tercer país que más viajeros le aporta a la provincia.

En la cuarta posición de la clasificación de los afluentes más importantes, repite Alemania. Los visitantes germanos se elevaron hasta los 25.786 cuando de enero a julio de la época preCovid se quedaron en 22.383. El incremento, por lo tanto, fue del 15,2%.

Reino Unido cerró el ‘top five’ de los mejores clientes -entre los cinco primeros no hubo ninguna novedad ni cambio de posiciones respecto a 2023-. Sus viajeros en lo que va de 2024 se situaron en 23.202. Fueron 3.159 más (+15,8%).

Francia repite a la depreciación

Pero no hay una autopista expedita para que progrese el crecimiento de los turistas foráneos en la provincia. Las luces aún tienen sus sombras notables. Especialmente provocativo es lo que está sucediendo con Francia. La nación ropaje es tradicionalmente la que más visitantes hoteleros aporta. De hecho en 2024 repite liderazgo, pero se queda aún a distancia de los números que alcanzó antiguamente del coronavirus.

Su número de viajeros hasta julio rozó los 37.000. Eso supone que por el camino del posterior quinquenio se perdieron prácticamente 5.500 turistas procedentes de la nación vecina. Eso se tradujo en una disminución del 12,9% respecto a 2019 -en 2023, el descenso fue aún anciano: -17,1%-. El hecho de que este confluente venga más seco de lo que debería es especialmente preocupante. Porque en España, en el mismo periodo analizado, la emblema de viajeros galos se anotó un encarecimiento del 10,9%.

Mercados clásicos europeos tienen buena crecimiento: Italia (24% de viajeros más que en 2019);Alemania (+15%) y Reino Unido (+16%)

El otro negociador que evita que las estadísticas de quienes llegan de fuera de nuestras fronteras alcen más el planeo son los destinos de larga distancia de Asia y Oceanía. Un claro ejemplo de ello es Japón, cuyos visitantes son especialmente interesantes por su parada poder adquisitivo. En 2024, se contabilizaron 5.117 ciudadanos de esa nación que hicieron tinieblas en nuestros hoteles. Fue aún un 38% menos que en 2019.

Y se puede seguir ahondando en lo que pasa con esta campo de acción geográfica. La Averiguación de Ocupación Hotelera incluye un cajón de modisto denominado ‘resto del mundo’, que alpargata los estados de Asia (a excepción de Japón) y Oceanía. Cuando el sector ganaba músculo un año sí y otro además, no se reparaba en él. Y ello, pese a que en 2019 desde esos mercados llegaron 93.313 viajeros. Eran prácticamente dos de cada diez turistas hoteleros foráneos.

Pues admisiblemente, de enero a julio, desde el resto del mundo arribaron 39.713 viajeros. Esa emblema fue inferior en un 28% (-15.448) a la de un quinquenio antiguamente (55.161).

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