Snchez contraatacar con sus tres mayoras con independentistas frente a la “farsa” de Feijo


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El PSOE espera acelerar la negociación para la investidura con los nacionalistas a partir de esta semana

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Pedro Sánchez, en el acto con motivo del Día Europeo de las Lenguas en la sede del Instituto Cervantes.PRENSA EUROPA
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Quizás lo que pasó es que al final todos calibraron mal los tiempos. El PP porque pensó que durante un mes tendría todo el foco y podría perfilar su proyecto de país y exhibir un perfil de Estado; al PSOE porque imaginaba un escenario en el que su negociación con los nacionalistas catalanes sobre la amnistía podría avanzar en la oscuridad. Y a todos les ha costado mucho tiempo. Por eso, en cierto modo, los socialistas ya respiran aliviados porque ha llegado la investidura de Alberto Núñez Feijó, todo indica que ha fracasado, y ha llegado su hora.

¿Tiempo para qué? Pues principalmente por dos cosas: por un lado, si el Rey designa a Pedro Sánchez como candidato a la investidura tras una nueva ronda de consultas, habrá fecha límite para negociar con los independentistas de ERC, Junts, Bildu y PNV. Habrá una referencia horaria para que el máximo de posiciones se dirijan hacia un punto de encuentro. Hasta ahora ha habido contactos, diálogo, incluso intercambio de documentos según ERC, pero se entrará en la fase decisiva de la negociación.

Y, segundo, porque los ciudadanos y el PSOE sabrán que se están negociando, porque Sánchez ha prometido que una vez finalizada la investidura de Feijó hablará con total franqueza, con total transparencia y dentro de su partido hay expectación y preocupación por ver negro. en blanco lo negociado. Se supone que a partir de entonces todos deben pronunciarse.

Después de más de un mes de farsa, finalmente todo ha terminado, dice irónicamente la dirección socialista. Ni Feijóo tuvo el apoyo hace un mes, ni lo tiene ahora. Ni un solo asiento más. Insistió en pedir más de un mes, y nos ha hecho perder un mes a todos los españoles.

Más de 175 votos

Ésta es una de las palancas con las que el PSOE busca erosionar la figura de Feijó e intentar abrir una vía de agua respecto a su liderazgo. La cifra importante no es 30.000, 40.000 o 60.000 personas, sino haber podido forjar una mayoría parlamentaria que hiciera viable esa investidura. Más de 175 votos. A día de hoy, el señor Feijo, que es el candidato, sólo tiene 172. Está en el lugar de donde empezó, fue el desdén con el que La Moncloa, a través de Isabel RodríguezEl portavoz del Ejecutivo, valoró la movilización del domingo contra la amnistía liderada por el PP. La mayoría social de España lo escuchó con mucha rotundidad en las urnas el 23 de julio.

El PSOE quiere retratar la soledad de Feijó, diciendo que no consigue apoyos más allá de Vox y que su proyecto no obtiene la mayoría necesaria (176 votos). Feijó busca excusas en la calle y en cualquier lugar, menos en la sede de la voluntad popular, dicen desde el equipo de Sánchez.

Frente a ello, exhiben músculo con hasta tres mayorías. Sus cuentas son que mientras el 23 de junio once millones de personas votaron a PP-Vox, doce millones votaron en contra y, por tanto, es probable que sumen su mayoría. Y a esto se suman los 178 votos que convirtieron al socialista en presidente del Congreso Francina Armengol, y los 180 que cosecharon en la aprobación de la reforma del Reglamento del Congreso para permitir el uso de lenguas cooficiales. Mayorías contra el estancamiento de Feijó. Su propósito es transmitir que es incapaz de conseguir apoyo.

Otro flanco con el que el PSOE y el Gobierno atacarán a Feijóo será censurando el absurdo y la vergüenza de que el PP llame al transfuguismo.

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