Cuando están a punto de cumplirse 13 abriles del fin de la bandada terrorista ETA, los homenajes a sus presos se suceden. En pleno debate sobre la persecución de los delitos de odio en las redes sociales, el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) ha documentado 71 actos de apoyo a los etarras durante este verano en diversas localidades del País Vasco y Navarra. El postrero se ha producido este sábado en la población guipuzcoana de Hernani, donde, durante un partido de fútbol, se ha exhibido una pancarta con la imagen de algunos de los presos tanto en las gradas como en el campo, sujetada por los jugadores.
Es la misma pancarta que se mostró el año pasado durante otro torno de fútbol en el mismo municipio, aunque alguno de los reclusos ha sido eliminado de la misma. Aunque el Gobierno insiste en que ETA ha desaparecido, su espíritu está presente en buena parte de los municipios vascos, especialmente durante sus fiestas estivales. El sábado pasado, durante la leída del pregón de la Semana Ínclito de Bilbao, la actríz Itziar Ituño envió “el arrechucho más caluroso a los que están acullá”, un guiñada a los presos pronunciado por quien se ha manifestado varias veces en su defensa.
De hecho, Ituño, que durante el pregón además revindicó la independencia de expresión, fue elegida por las comparsas como pregonera tras portar en una manifestación celebrada el pasado mes de enero la pancarta en la que se reivindicaba la “revés a casa” de los casi 130 etarras que cumplen sus penas en cárceles vascas y navarras y de algunos huidos de la Honradez.
El apoyo a los presos de ETA se ha exhibido además en las casetas de las fiestas de Bilbao -la del colectivo proetarra Extera ha perspicaz los nombres de 17 terroristas- y una manifestación convocada por la estructura Sare ha reclamado este viernes que “se acaben con las políticas de excepción” que se aplican a los encarcelados, pidiendo su revés “a casa”.
Covite ha ducho que, en 25 del total de actos de apoyo a ETA y sus presos programados para este verano, han sido directamente las instituciones públicas -ayuntamientos gobernados por EH Bildu- quienes han impulsado que se celebren mediante la inclusión de estos en sus programas oficiales de fiestas.
Un alivio del partido, con la pancarta en la rastra.EL MUNDO
El resto de los actos han sido organizados o promovidos por EH Bildu y Sortu como partido político, así como por las asociaciones del entorno de la izquierda abertzale, según denuncia esta asociación de víctimas.
“Todavía no ha arruinado el verano y ya tenemos un referencia preocupante que evidencia lo que siempre ha ocurrido en las fiestas veraniegas de Euskadi y de Navarra: la apropiación indebida por parte de la izquierda abertzale de los espacios festivos para la difusión de sus mensajes de certificación del terrorismo y de apoyo a los terroristas”, ha denunciado Consuelo Ordóñez, presidenta de Covite.
“”Esto es impensable en cualquier país demócrata. ¿Nos imaginamos que en Francia hubiera habido pancartas a honra de la excarcelación de terroristas yihadistas durante la celebración de los Juegos Olímpicos? Hubiera sido un escándalo. En cambio, aquí, cuando se comercio de apoyar a los terroristas de ETA públicamente, pasa desapercibido a nivel institucional y social”, ha recalcado.
Estos actos de apoyo a ETA consisten en pancartas, pintadas o carteles de exhibición de los rostros de miembros de ETA que cumplen condena en prisión, acompañados de una petición de su excarcelación para que vuelvan “a casa” (‘Etxera‘); o en felicitación, bailes y conciertos en los que se exalta a los miembros de ETA y, de nuevo, se pide su excarcelación.
Desde Covite han mostrado su preocupación por que se difundan este tipo de mensajes en las charangas, txosnas (casetas) y comparsas, “facilitando así que las nuevas generaciones asuman que los terroristas de ETA fueron héroes que merecen un aplauso o una celebración pública, así como impunidad por sus crímenes”.
“El señuelo de la revés a casa de los presos de ETA sólo indica lo que piensa la izquierda abertzale sobre el castigo penal que se les ha estudioso: que es injusto e inmerecido, que no deberían estar en la calabozo por favor matado o ayudado a matar. Por eso los llaman presos políticos una y otra vez”, lamenta Ordóñez.
“Las fiestas estivales siempre han sido un guardarropa ideológico y propagandístico para la izquierda abertzale. Esta fanfarronería pública a honra de ETA no sólo trivializa el sufrimiento de las víctimas y de sus familias, sino que envía el peligroso mensaje de que la violencia terrorista puede ser justificada y celebrada”.